Vitoria. La arqueóloga y excodirectora de las excavaciones en Iruña-Veleia, Idoia Filloy, ha afirmado que no hay "unanimidad científica" sobre la falsedad de los grafitos excepcionales encontrados en este yacimiento alavés y ha avalado el método de trabajo utilizado.
Además ha indicado que ningún miembro del equipo que participó en las excavaciones entre 2005 y 2006 en las que aparecieron esos grafitos excepcionales puso en duda la autenticidad del material encontrado, ni la metodología usada.
Filloy ha sido la primera testigo que ha declarado este martes en el juicio que se sigue en el Juzgado de lo Penal 1 de Vitoria sobre la presunta falsificación de unos grafitos escritos sobre unas cerámicas encontradas en ese yacimiento que cuando se presentaron en público, en junio de 2006, fueron calificados de históricos porque adelantaban al siglo III la aparición del euskera.
En el banquillo de los acusados por este caso está el exdirector del yacimiento Eliseo Gil, para quien el Ministerio Fiscal pide cinco años y medio de cárcel por un delito continuado sobre el patrimonio histórico y otro de estafa en concurso con un delito de falsedad en documento privado.
La Diputación de Álava, propietaria del yacimiento y que interpuso la querella por dio origen a este proceso judicial, eleva la pena que pide para Gil a siete años y medio por los mismos delitos. Su defensa pide la absolución.
El exdirector del yacimiento declaró ayer y volvió a reiterar su inocencia, que él no falsificó ningún grafito, y añadió que no cree que se haya demostrado "científicamente" la falsedad de estos grafitos a día de hoy.
Esta mañana Filloy, que estuvo casada con Gil durante nueve años y que junto a él sigue siendo administradora de Lurmen, la empresa que gestionó las excavaciones en Iruña-Veleia, ha negado que la comisión científica asesora que creó la Diputación de Álava para estudiar esos grafitos concluyera que eran falsos, algo que según ha dicho lo estableció un dictamen administrativo.
También ha asegurado que nadie del equipo puso en duda entonces la autenticidad del material encontrado, incluidos los tres arqueólogos que trabajaron en el yacimiento Miguel Ángel Berjón, Jose Ángel Apellániz y Carlos Crespo, quienes tras abandonar el yacimiento desvelaron en 2009 en rueda de prensa que el método de excavación adoptado "presentó anomalías e irregularidades graves de praxis arqueológica".
Esos expertos también indicaron entonces que ninguno de los grafitos excepcionales fue detectado por ellos en el momento de su extracción, sino en el del lavado, en el que trabajaba personal de la empresa. Los tres están llamados a declarar mañana en este juicio.
Filloy ha asegurado sin embargo que sí hubo grafitos excepcionales que se detectaron en el momento de la extracción y que Berjón le enseñó a ella uno de ellos. También ha reconocido que los grafitos son "difíciles" de ver en campo sin un proceso de lavado.
Filloy ha asegurado que el método de registro de los materiales era el "normal" pero ha reconocido que si hubiera sabido que esto iba a acabar en juicio lo hubieran cambiado para ser más precisos.
En este juicio también está acusado Rubén Cerdán, un físico por la universidad de Tel Aviv, según dijo él ayer, para quien la fiscalía pide dos años y medio de cárcel por un delito de estafa en concurso con falsedad en documento privado.
Había un tercer imputado, un geólogo colaborador de Gil, quien ha sido condenado ya a un año de cárcel tras llegar en el arranque del juicio a un acuerdo de conformidad y admitir que hizo con un punzón una inscripción sobre una pieza hallada en esa excavación a modo de "broma".