vitoria - El movimiento de pensionistas no oculta su alivio por la reciente formación de un gobierno central de corte progresista, a priori más sensible a sus demandas, pero evita lanzar las campanas al vuelo. Por de pronto, la decisión de Pedro Sánchez, cuando todavía era presidente en funciones, de congelar la subida de las pensiones conforme al IPC hasta que no se formase el flamante ejecutivo ha vuelto a enfadar al colectivo. “Estamos expectantes pero también con una cierta amargura porque el Gobierno en funciones podía haber subido el IPC antes de finalizar el año 2019. Tienes la oportunidad de hacerlo y no lo haces... pues no sé a qué esperas. Hay que ver cómo se desarrolla este acuerdo, porque de momento sólo son titulares”, apunta Iñaki Martín, de Pentsionistak Araba.

Al margen de la revalorización anual de las pensiones, el colectivo tiene todavía sobre la mesa numerosas reivindicaciones pendientes de ser atendidas dentro de aquel decálogo que presentó cuando comenzó a salir a la calle en enero de 2018. Ahí están, por ejemplo, la reversión de la reforma laboral del PP, que el futuro Gobierno se ha comprometido a derogar en sus aspectos “más lesivos”, la pensión mínima de 1.080 euros mensuales, paliar la brecha de género del 40% en las pensiones, el blindaje constitucional de las mismas, la derogación parcial de la reforma de la Seguridad Social, incluyendo la del factor de sostenibilidad... Demandas que el colectivo de pensionistas quiere hacer llegar también a Madrid a través de los grupos políticos con representación en el Parlamento Vasco. - C.M.O. / Foto: J. Chávarri