Vitoria - La semana pasada, el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, anunció que la intención de su gabinete es conceder una “licencia condicionada” que permita ir avanzando en los “trabajos previos” para desarrollar el colegio Aldaialde. Por su parte, el Gobierno Vasco tampoco se ha quedado viéndolas venir en la parte que le toca, ya que, como aclara a este diario, su departamento de Educación sigue trabajando estrechamente con Adif, mediante conversaciones y otro tipo de contactos, para que el terreno de Borinbizkarra en el que se va a construir el edificio, “se desafecte lo antes posible”.

La intensificación de esta interlocución obedece a que el administrador de infraestructuras ferroviarias no ha dado el visto bueno a la licencia de obra que había solicitado Educación al Ayuntamiento de Vitoria al estar este solar afectado por el plan de soterramiento. Pero, como recuerdan desde la consejería de Cristina Uriarte, aunque el proyecto de soterramiento haya cambiado y con él la manera en la que afectará el paso de la alta velocidad por el colegio (inicialmente, se pensó en que las vías del tren se enterraran bajo el centro), en principio, cree que no tendría que haber mayores problemas para que Adif diera el visto bueno definitivo porque el proyecto actual también ha tenido en cuenta la cercanía de la vía férrea afectada.

Sea como fuere, la operadora ha alegado que hasta que no se apruebe el nuevo estudio informativo del soterramiento no se podrán meter las máquinas en esa parcela. Para que así sea, el ministerio de Fomento tiene que responder a las alegaciones presentadas por instituciones y ciudadanos de Vitoria y que se sepa, no hay fecha, aunque el Ayuntamiento desea que todo se zanje el verano que viene.

En cualquier caso, el Gobierno Vasco no quiere que se demore más. Por ello, el objetivo es desbloquear esta parcela para que Educación pueda llevar “cuanto antes” la construcción de este equipamiento, en base al proyecto establecido y acordado con el Consistorio. Como precisa, esta licencia condicionada sí que les permitirá adelantar el trabajo, en lugar de estar a la espera.

Padres movilizados La respuesta de Adif a los padres les ha inquietado más, al no saber cómo sus niños podrán salir de los prefabricados en los que desde 2016 estudian en una parcela de Mariturri, como denuncia Eneko Parra, portavoz de Aldaialde, que tiene allí matriculados a una niña de 5 años y a un niño de 2, acompañado de Oihana Las Heras, madre de un niño de 5 años y una niña de 4, y de Keila Guridi, con una niña matriculada de 4 años, y que tiene un bebé de tres meses, y del matrimonio formado por Nagore Tabares y Ander Mínguez, con dos niños de 4 y 2 años. “Cuando en 2016 empezaron a estudiar en estos prefabricados eran 50 niños y ahora hay 285 menores, de 2 a 7 años”, precisan.

Y, aunque declaran que las clases no están mal del todo, salvo por algunas goteras, sí que hay problemas en zonas comunes, como en el comedor, donde tienen que comer a turnos. “Por las prisas, los de dos años solo tienen 30 minutos para comer. Y muchas veces se quedan sin postre o les quitan rápido el segundo plato”, precisa Guridi. Y, como añade Parra, en el gimnasio o en patio hay que hacer “un tetris” para que entren todos.

“En 2016 pensábamos que serían dos o tres años de espera hasta tener el nuevo cole, pero ahora no sabemos cuánto más vamos a esperar”, lamenta Las Heras. Por ello, varias veces se han movilizado. La última de ellas, el pasado día 16 y el próximo miércoles advierten que lo volverán a hacer. “La licencia condicionada nos han dicho que la darán en los próximos días. Para el miércoles debería estar, pero si no, nos plantaremos frente al Ayuntamiento. Y si está, lo haremos frente al Gobierno Vasco. Nuestros niños tienen derecho a la educación y nosotros a que nos informen. La sensación que tenemos es que se pasan la pelota y no sabemos a qué puerta llamar”, se quejan.

Menores. Son los que actualmente hay matriculados en los prefabricados de Mariturri, frente a los 50 estudiantes que había en 2016. Los pequeños que allí van a clase tienen entre 2 y 7 años.