Llodio - Trenes cortados y 35 familias desalojadas de emergencia. Es el resultado de un error de cálculo en el peso de la pasarela peatonal Zubiko de Llodio, ubicada sobre las vías del tren, dado que la grúa que durante la madrugada del martes trabajaba para desmantelar esta infraestructura obsoleta e infrautilizada, no podía soportarla y los operarios, al detectar el desequilibrio de la misma, decidieron, por seguridad, poner en marcha cuanto antes un desalojo preventivo para evitar que cayera cerca de las casas cercanas.

De esta forma, lo que empezó siendo una de las noticias más anheladas por los vecinos, al ver, que tras casi 20 años de espera, la localidad iba a derribar por fin esta pasarela, que no cumplía la normativa de accesibilidad, tal y como decretó el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, dando así la razón a la Asociación de personas con discapacidad física, y que además estaba en desuso, puesto que un paso subterráneo moderno, dotado con escaleras mecánicas, es el que más se usa, se convirtió al final en toda una pesadilla para sus vecinos durante la madrugada del martes. En especial, para las 35 familias del número 4 de la calle Zubiko Kurajo quienes pasadas las tres de la mañana se despertaron con el susto en el cuerpo cuando agentes de la Ertzainza y de la Policía Local aporrearon sus puertas con el fin de hacer un desalojo preventivo en este edificio, dado el riesgo de derrumbe de la pasarela cercana. Y es que “la grúa que se había instalado para la tarea mostraba dificultades para su levantamiento y posterior retirada, tal y como se había previsto, pese a que el proyecto del desmontaje adjudicado a la empresa Posada había sido ratificado dos veces por la propia administración de infraestructuras ferroviarias, Adif”, explicaron ayer desde el Ayuntamiento de Llodio.

Por ello, fueron realojados inmediatamente en el aledaño edificio municipal Zubiko Etxea, para que pudieran pasar la noche. “Durante esta mañana se les ha ofrecido la posibilidad de desayunar en algunos locales cercanos al palacio Zubiko con todos los gastos a cuenta del Consistorio, puesto que para el Ayuntamiento la prioridad absoluta en esta situación y, dentro de la trascendencia de la misma, ha sido la de cuidar y proteger el bienestar de sus vecinos y vecinas”, detalló el alcalde, Ander Añibarro, que se personó en la zona afectada en cuanto se produjo el incidente.

Troceo del puente Para la hora de comer, los afectados ya habían vuelto a sus casas. Y a eso de las 16.30 horas, el viaducto peatonal empezó a trocearse hasta que fue retirado por otra grúa entre aplausos y vítores de los laudioarras. Sin embargo, los problemas seguían en las vías del tren, dado que el tráfico ferroviario desde primera hora quedó interrumpido para desesperación de familias y trabajadores que iban a coger el tren de cercanías C3, la línea que comunica Bilbao con Orduña, y cuyo servicio quedo cortado. E Igual pasó con los trenes de larga distancia. Pero, finalmente, a las 17.05 horas, partió el primer tren Bilbao-Llodio y posteriormente lo hizo el resto de convoyes de cercanías y larga distancia que utilizan esta vía férrea, tras doce horas de una jornada con unos 9.000 viajeros afectados.