GASTEIZ. Según ha informado la Policía Local de la ciudad en un comunicado, este domingo los agentes se desplazaron al barrio de Adurza alertados por una llamada de teléfono que denunciaba que una mujer había caído a la calle desde su vivienda.
Al llegar encontraron en el inmueble a un varón y a una mujer tendida en una cama, dolorida y con los tobillos hinchados. Al parecer, ambos eran pareja y habían tenido una discusión durante la cual el hombre impidió a la mujer salir del domicilio por lo que esta trató de marcharse descolgándose por la ventana.
La víctima cayó y resultó herida y por ello los agentes detuvieron a su pareja, un varón de 33 años, acusado de sendos delitos de violencia de género y de coacciones.
El sábado también fue arrestado por el mismo delito otro hombre, de 48 años, en el barrio de Zabalgana. Una patrulla se personó en el domicilio porque se estaba produciendo una fuerte discusión, en la que según testigos se escucharon amenazas de muerte y llorar y gritar a una mujer.
Durante el fin de semana la Policía Local también detuvo a dos mujeres de 44 y 34 años como presuntas autoras de sendos delitos de violencia doméstica. La primera intervención tuvo lugar en una vivienda del barrio de Coronación, en el que una mujer agredió a sus padres durante una discusión.
Tras entrevistarse con las víctimas, los agentes detuvieron a la presunta agresora que horas más tarde pasó a disposición judicial.
El segundo arresto se produjo cuando un ciudadano reclamó la presencia policial en un piso del barrio de Santa Lucía porque había sido agredido por su hermana, de 34 años. Los agentes observaron las marcas de la agresión y detuvieron a la mujer.
Por otra parte, la guardia urbana de Vitoria también arrestó a un joven de 22 años como presunto autor de un delito de atentado a agentes de la autoridad con lesiones leves. Los agentes accedieron a un piso en el que se estaba produciendo una discusión y el ahora detenido arremetió con un cuchillo contra uno de ellos.
Otra mujer también fue arrestada por la misma causa, además de por resistencia y desobediencia graves, violencia doméstica, conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y por negarse a hacer las pruebas obligatorias.
Según relata la Policía Local, un taxista solicitó su presencia en la calle Bulevar de Euskal Herria, donde un vehículo se le había cruzado y le había obligando a parar. De él bajó la conductora que, en estado muy alterado, empezó a agredir al cliente del taxista, al parecer su expareja de ella.
Los agentes pidieron a la mujer que hiciese la prueba de alcoholemia, pero se negó. Además, intentó marcharse del lugar invadiendo a pie la calzada en varias ocasiones, por lo que finalmente fue detenida.