amurrio - Han pasado tres años desde que a la fábrica de licores Barañano de Amurrio se le ocurriera la idea de lanzar un vermut al mercado que, hoy día, no solo es realidad, sino que ha llegado a colarse en el reducido listado de bebidas espirituosas que, cada año, lanzan las más prestigiosas guías gastronómicas a nivel internacional. En concreto, la de la Guía Intervinos, cuyos expertos catadores lo han valorado con una medalla de oro y 92 puntos este mismo mes de octubre.
Se trata de un vermut rojo, elaborado con más de doce hierbas, botánicos y frutas (ajenjo, genciana, manzanilla, menta, enebro, té, clavo, vainilla, moscatel, canela, frambuesa y naranja) y una graduación alcohólica del 15%, que se vende al precio de 11 euros y en botellas de 75 centilitros. El envase lleva un tapón cabezudo sintético “para evitar posibles sedimentos y aromas del corcho” y un elegante diseño serigrafiado que, en su parte trasera, muestra una réplica de la antigua receta del siglo XIX, en la que se han basado para su elaboración. “No vimos mejor manera de empezar a trabajar que con la receta de nuestro bisabuelo de 1881 que poseíamos en nuestros libros centenarios celosamente guardados. Después de dos años de pruebas, catas, estudio, investigación? conseguimos lo que buscábamos”, recuerda Gaizka Barañano, visiblemente orgulloso de que “sin llevar ni un año en el mercado”, su elixir haya empezado a recibir medallas y reconocimientos.
“No hay mejor indicativo de que las cosas se han hecho bien que el reconocimiento de los clientes, pero también hay que considerar cuando los expertos valoran nuestro trabajo. Que nosotros digamos que nuestros licores son los mejores no tiene mucho mérito, por ello, preferimos que lo digan los demás y si son expertos, mejor. Todo junto hace que continuemos con más ganas si cabe en la elaboración, innovación y continua mejora de nuestros productos”, apunta.
Patxaran de alta gama De hecho, esta no es la primera vez que los productos Barañano reciben un reconocimiento a su calidad. Ya en 2016 su Patxaran Gaizka -elaborado mediante una maceración sin hueso- fue uno de los pocos licores de endrinas que lograron ser seleccionados por la Guía Peñín y, además, el mejor valorado de entre los tres afortunados, con 91 puntos. No fueron los únicos expertos en apreciarlo. También la guía Wine up, de la edición 2016, les incluyó dentro de sus top de cien mejores vinos y destilados, con una puntuación final de 93,69 tras valorar la vista, olfato y gusto de este patxaran.
Emplazados en Amurrio, Licores Barañano es un negocio que mantiene una tradición centenaria familiar. Con anterioridad a 1831 su tatarabuelo José Manuel Atxa Barañano aprendió el arte de la alquimia de la mano de Paúl Pomés.
“La tradición familiar de destiladores y licoristas ha hecho posible que después de cuatro generaciones, Fábrica de Licores Víctor Barañano elabore sus productos de forma artesanal con la experiencia heredada de nuestros antepasados y con las fórmulas manuscritas del siglo XIX celosamente guardadas”, subraya Gaizka Barañano.
El representante de la generación actual al frente de esta empresa, inmersa en adaptar el conocimiento de sus ancestros (antigüedad, tradición, fórmulas manuscritas y productos naturales) a los nuevos tiempos, las nuevas tecnologías vanguardistas del sector y las nuevas sinergias del mercado. “Nuestros licores no solo están consiguiendo máximas puntuaciones en prestigiosas guías gastronómicas, sino también llegar a sitios que hace años era impensable tales como China, Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Suiza o Italia, y deleitar los paladares de famosos como Inma Cuesta, Unax Ugalde o Juan Mari Arzak, por citar alguno, y creemos que es porque somos diferentes”, apostilla.