MURGIA - No fue deseada, pero si puntual como todos los años. Una ligera lluvia hizo su aparición ayer por la mañana en Murgía y eso resto brillantez y afluencia de visitantes a la XXVII feria de ganado de Zuia, aunque los resultados de la convocatoria dejaron satisfechos a participantes y visitantes. A las diez de la mañana quedó abierta la feria, pero desde antes era difícil encontrar aparcamientos libres de Murgia para poder disfrutar de la jornada. Por eso fueron muchos los que aprovecharon para acercarse a los bares de la localidad, donde pudieron degustar una gran cantidad y variedad de pintxos.
La muestra ganadera como tal se instaló a lo largo de la calle San Martín, en la zona deportiva de Murgia. Vacas y terneros, autóctonos y de otras razas, un gran número de caballos (vascos, ponis y hasta mezcla de árabe) conformaron la mayor parte de la muestra, más de 200 cabezas, bajo la atenta mirada de sus propietarios que los habían llevado, sin olvidar las ovejas latxas y las cabras, que también estuvieron presentes. El alcalde de Zuia, Unai Gutierrez, comentaba que, aunque estaban satisfechos por la llegada de personas procedentes de muchos lugares “la afluencia fue menos que otros años, ya que como siempre, esta feria está condicionada por el tiempo y la lluvia hizo acto de presencia, aunque fuera poco tiempo”. Pero lo importante es que la feria cumplió su principal objetivo, que es ”mostrar la riqueza del sector primario, ya que es un día para que los ganaderos pueden traer sus animales.
Completando la jornada, se ofreció la degustación de un ternero, cedido por los ganaderos locales, asado lentamente, desde las once de la noche anterior. - Pablo J. Pérez