Vitoria - El obispo de Vitoria ha tenido un verano muy viajero. Recién llegado de participar en la peregrinación diocesana a Lourdes, partió hacia Latinoamérica. No era la primera vez que experimentaba lo de cruzar el charco, pero sí la primera que lo hacía como obispo y con una misión pastoral. “Hace años viajé a México y Colombia para impartir unos ejercicios espirituales. Esta vez lo hacía representando a los obispos de Bilbao y San Sebastián”. Juan Carlos Elizalde viajó el pasado 23 de agosto a tierras de Ecuador respondiendo a la invitación cursada por Eduardo Castillo Pino, administrador apostólico de la arquidiócesis de Portoviejo, y secundada por el obispo de Babahoyo, monseñor Skyper Bladimir. Durante su periplo por el país andino estuvo acompañado siempre por el misionero alavés Juan Ramón Echevarria.

Juan Carlos Elizalde es navarro, tierra misionera también por excelencia, y conocía, por cercanía, la experiencia misionera de las diócesis vascas. Ahora ha podido ver en primera persona esa huella dejada por los misioneros vascos desde 1948.

-Ya me habían dicho que para entender de verdad la labor de las misiones diocesanas vascas tendría que viajar un día a Ecuador, donde empezó todo. Y ciertamente he podido ver el cariño que en todas las comunidades cristianas que he visitado existe por los misioneros vascos. El obispo de Babahoyo en la ceremonia que vivimos en la catedral con motivo de los 25 años dio públicamente las gracias a las diócesis vascas.

En una crónica previa de su viaje viajaba con libreta en mano para tomar nota de la vida de las comunidades cristianas de Ecuador. ¿Podemos saber alguno de esos apuntes que ha tomado?

-Sí, por supuesto. Vengo sorprendido por la alta presencia de jóvenes en las celebraciones. También me ha llamado la atención comprobar cómo lo social y lo religioso van de la mano. Las personas que están planificando el trabajo inician sus encuentros con la lectura de la Palabra; el que está implicado en una actividad cultural luego está presente en las eucaristías. Eso es algo que creo que aquí habría que implantar, o quizá podemos decir recuperar.

Dos eran los motivos iniciales de su viaje: participar de los 25 años de la Diócesis de Babahoyo, de lo que ya ha hablado, y conocer también y apoyar el trabajo de recuperación y reconocimiento de la cultura montubia, en la que está trabajando intensamente uno de nuestros misioneros.

-Sí, Juan Ramón Etxebarria está desarrollando una gran labor en sintonía con la línea marcada desde la Conferencia Episcopal Ecuatoriana para visibilizar la cultura montubia. Fui testigo de muchas y hermosas manifestaciones de estos pueblos, de danza, de teatro, de gastronomía. Han llevado a cabo creo que 300 entrevistas ya a personas mayores recuperando tradiciones y hablando de lo humano y lo divino. Y pronto verá la luz un libro en el que se recoge la voz de los jóvenes, muy sensibilizados en la recuperación de su cultura. El Parlamento joven andino es otra gran iniciativa. Desde aquí seguiremos apoyando el trabajo de Juan Ramón. Y déjame que añada también el valor que la obra de Peli Romarategui tiene allí. He podido ver los trabajos de recuperación del mural y el vitral que se vieron afectados por el terremoto, y escuchar también los testimonios de las personas de Palenque.

Capítulo aparte merece la visita a la comunidad de las clarisas que hace 22 se fundó con hermanas llegadas desde el convento de Agurain-Salvatierra. Tres hermanas han sido la semilla de un convento de clausura que hoy tiene 20 religiosas nativas. Cuéntenos esta visita.

-Ciertamente fue una visita especial. El contraste de cómo la vida monacal entre nosotros envejece en la mayoría de los conventos y que allí, la comunidad que iniciaron tres hermanas de la comunidad de Agurain, por cierto, dos de ellas hermanas también de sangre, que hoy cuentan con 20 chicas jóvenes, llama la atención. Las religiosas llegadas desde Salvatierra ya son mayores las tres, y me comentaron que siguen con interés, de manera especial, el tema de las vocaciones en la diócesis. Aproveché para hablarles de los tres nuevos seminaristas que llegarán al Redentoris Mater y de la ordenación como diácono de uno de los que llegaron en la primera remesa.

En este viaje no solo ha pisado tierras ecuatorianas, también antes de regresar hizo escala durante unos días en la República Dominicana. Una parada que también tenía un motivo pastoral concreto. Cerrar el acuerdo para la llegada de una nueva orden a Vitoria, las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha.

-Sí, por unos contactos que yo tenía con esta orden contacté con ellas para ofrecerles un proyecto en Vitoria. Me dijeron que aprovechando mi viaje lo mejor era que lo pudiese presentar personalmente, y así lo hice en la casa madre que tienen allí. Mañana llegará la primera hermana para ver la casa en la que van a instalarse. Inicialmente son tres las que formarán la comunidad: Milagros, maestra, Ybeti, licenciada en Administración de Empresas y la tercera, Daniuska, cubana, que tiene 30 años, y es licenciada en medicina. Se integrarán en las parroquias del Casco Viejo y colaborarán en la pastoral social, juvenil y familiar.

El Papa Francisco ha decretado que el próximo mes de octubre se viva en la Iglesia como un mes marcadamente misionero. Este viaje misionero que ha realizado, ¿se verá reflejado en nuestra diócesis de alguna manera concreta con esta ocasión?

-Bueno, de alguna manera seguro. En mis palabras siempre habrá una referencia a lo que he vivido estos días, pero desde la delegación de misiones se ha preparado un amplio programa que se inicia el día 26 con la conferencia de Satur Gamarra, que servirá para cerrar el ciclo de conferencias del inicio del curso pastoral. Luego el día 1 se inaugura la exposición 100 años de Compromiso misionero, que se podrá ver durante todo el mes de octubre en una sala en la calle Dato. El día 3 podremos escuchar el testimonio de una religiosa vedruna, natural de Vitoria, y que después de muchos años trabajando en África lleva estos últimos años atendiendo a la realidad de los migrantes. Nos hablará de su misión en la frontera, en Ceuta, concretamente. Se van a proyectar dos películas con sus correspondiente forum, recuperaremos la figura de un misionero muy especial, Iñaki Cámara, celebraremos una Vigilia de la Luz con un sentido misionero, y culminamos todo este programa con la celebración de un jubileo misionero en la Catedral Nueva coincidiendo con la festividad del Domund. Y Durante todo el mes de octubre tendremos muy presente ese Sínodo por la Amazonía, en el que estará presente de una forma muy especial un hijo de esta Diócesis, que es el monseñor David Martínez de Aguirre.

Al día siguiente de su regreso estuvo celebrando en Estíbaliz la fiesta de la patrona de Álava y de la Diócesis. En su homilía hizo alusión al importante papel de la mujer en la vida de la Iglesia en Latinoamérica. En la misma homilía hizo una oferta concreta y directa a las mujeres presentes en el Santuario de Estíbaliz, pero que entiendo que era extensible a todas las mujeres de la comunidad cristiana de Vitoria: les dijo que la que quiera participar de las decisiones importantes en la Iglesia que pasara por la sacristía a dar sus datos. Perdone que se lo pregunte coloquialmente, ¿ fue un farol o tiene propuestas concretas para aquellas mujeres que den un paso al frente y cojan el guante?

-Es importante entender que esas palabras las dije en un contexto muy concreto, era la fiesta de la Virgen María, celebrábamos la fiesta de Santa María de Estíbaliz, y María ha sido la puerta por excelencia para llegar a Dios. Quería destacar el papel de María en la Iglesia por un lado; resalté también el papel que había visto ejercer en las comunidades que visité en Ecuador, y quería dejar constancia de que, en sintonía con lo que ya ha dicho el Papa Francisco, la mujer tiene que estar presente en las decisiones importantes de la Iglesia. Otro tema es el de la relación entre la mujer y los sacramentos. A mí no me corresponde tomar decisiones sobre ello, sino que la Iglesia irá dando los pasos que considere. Pero en lo que se refiere a la hora de tomar decisiones en la Diócesis, no fue un farol, hay un campo de trabajo grande, y además, nuestra Diócesis ya cuenta con muchas mujeres que han dado un paso al frente y están coordinando Cáritas, misiones, patrimonio?

Esta entrevista la estamos haciendo en el día mundial contra la prostitución, la esclavitud y la trata de personas. Como miembro de la Comisión de la Conferencia Episcopal que aborda estos temas, si quiere decir una palabra:

-Tenemos que seguir denunciando que si existe prostitución es porque existe demanda de estos servicios humillantes. Ese es el mensaje que el Papa Francisco repite insistentemente.

Y si me permite una última pregunta: Ya ha estado en Ecuador, el primer destino de los misioneros vascos en América. ¿Para cuándo el viaje a Angola?

-¡Por mí! (sonríe) Pues lo mismo que he viajado tras recibir una invitación de los obispos de Ecuador esperaré a recibir la invitación desde el país africano.