Laguardia - Con la llegada de la vendimia, Vivanco se prepara para celebrar, y compartir con todos los apasionados del vino y su cultura el momento más espectacular del año entre el mar de vides que rodea la bodega y el museo Vivanco de la cultura del vino, y ha diseñado actividades muy variadas para que esta fiesta de la vendimia sea una experiencia para los sentidos y una celebración de la vida. De hecho, el proyecto Vivanco es candidato a los premios wine star, referente internacional que anualmente convoca la prestigiosa revista norteamericana Wine Enthusiast Magazine en la categoría de mejor experiencia enoturística del año 2019. Un fallo que se dará a conocer a principios de 2020.

Para vivir como nunca este tiempo de vendimia, Vivanco ofrece posibilidades para todos los públicos. La visita más especial para conocer la esencia de Vivanco en esta época es vendimias, que incluye un recorrido por la bodega y el museo. Comienza en el campo, en el viñedo con vistas a la Sierra de Cantabria, entre cepas frondosas en las que practicar la vendimia, y continúa con el proceso en la zona de producción de la bodega, donde se degustarán dos vinos. Y para profundizar en los secretos y bondades de esta bebida milenaria, la actividad incluye un recorrido por las cinco salas expositivas del museo Vivanco de la cultura del vino, incluida la sala 4, que alberga obras de Picasso, Sorolla, Miró o Juan Gris. Son algunos de los grandes artistas que inmortalizaron su visión del vino y que preceden al ala 5 del museo, donde más de 3.000 sacacorchos (una de las mayores exposiciones del mundo) culminan este recorrido. La visita se puede realizar a diario (excepto lunes), desde el 1 de octubre hasta el 3 de noviembre.

Además, la bodega ha organizado el curso de cata del mosto al vino, de dos horas de duración, que se realizará en octubre, todos los sábados (días 5, 12, 19 y 26), y en noviembre, los días 1 y 2. Los participantes visitarán el jardín de Baco, que atesora más de 220 variedades de uva de todos los rincones del mundo. Es en este entorno natural único donde un experto explicará las distintas variedades de la denominación Rioja. La visita guiada a la zona de producción de la bodega, en pleno trabajo de vendimia, ayudará a comprender mejor todos los pasos de la elaboración. Como broche final, una iniciación a la cata de vinos desde su origen, el mosto del primer jugo de la uva, hasta su transformación en vino.

Para quienes deseen vivir la experiencia de pisar las uvas y sentir cómo el mosto se libera y se funde con la piel esto es algo que se realizará todos los domingos de octubre (los días 6, 13, 20 y 27) y el sábado 2 de noviembre. Para que la experiencia sea más completa, durante sus tres horas de duración se dará una explicación de viticultura en el viñedo, entre las vides, para sumergirse en la naturaleza. Después, los visitantes pondrán en práctica sus habilidades como vendimiadores con los utensilios para cortar la uva, que luego pisarán. El trabajo al aire libre abre el apetito, y nada como un almuerzo riojano a pie de viña: chorizo, morcilla, panceta, chuletillas, tortilla de patata y pan para reponer fuerzas, acompañados de vinos de Vivanco. Más tarde, se visitará la zona de producción de la bodega. Los más pequeños, a partir de 3 años, también tienen su momento dorado. La gyncana La pócima mágica, enmarcada en las actividades Vivanco kids, es una divertida experiencia en familia para que los niños aprendan la fórmula “mágica” que convierte las uvas en vino. Habrá que poner todos los sentidos en alerta para hallar las pistas ocultas entre las cepas y superar pruebas que harán de esta actividad una experiencia inolvidable. El secreto de esa pócima mágica puede estar en el viñedo? o entre barricas, aperos, prensas antiguas, obras de arte egipcias, romanas o pictóricas relacionadas con el vino. Los viñedos, el museo y la bodega se convertirán en el escenario privilegiado de esta original yincana de dos horas, que se celebrará los sábados 12 de octubre y 2 de noviembre. Además, todos los sábados, de 11.00 a 15.00 horas, se impartirán talleres específicos para que los niños experimenten y se acerquen a la cultura del vino en familia.

Alberto Corazón, en Vivanco A este abanico de propuestas de Vivanco y al festival cromático de la naturaleza se sumarán este año el arte del madrileño Alberto Corazón, gran referente español del diseño gráfico. A su ingenio y creatividad le debemos, por ejemplo, el logo de la Biblioteca nacional; el de la ONCE; la tan reconocible C roja de los trenes de cercanías de Renfe, o el logo de paradores, entre otros muchos. Diseños que son parte de nuestra memoria colectiva y de nuestra vida cotidiana.

Corazón, Premio Nacional de Diseño en 1989 y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, es un artista plural: pintor, escultor y escritor. Su talento y su fuerza expresiva, reconocidos y admirados en exposiciones retrospectivas en nuestro país y fuera de nuestras fronteras, se podrán admirar en Vivanco suite. Pinturas y grabados de Alberto Corazón, una exposición temporal con veinte obras creadas ex profeso para Vivanco en las que el artista madrileño aporta su visión del mundo del vino en piezas vibrantes como Hoja-parra-viento; horizonte con uvas o La viña en silencio. Invierno. Estas obras, la mayoría acrílicos sobre lienzo, son ejemplos de su optimismo y su conocida vitalidad y se podrán ver en la sala de exposiciones temporales del museo Vivanco de la cultura del vino a partir del 10 de octubre.

Para reponer fuerzas y concederse un homenaje gastronómico, el restaurante panorámico estrena el menú tiempo de vendimia. La apetecible propuesta comienza con un aperitivo de la casa, seguido de ensalada fresca de jamón de pato y uvas. Para continuar, chipirones marinados sobre berenjena asada y arrope de vendimia. El plato principal se podrá escoger entre estas tres propuestas: merluza sobre láminas de patata y refrito de tempranillo; codorniz encebollada al vino blanco con alcachofas de temporada, o secreto ibérico con manzana al maturana tinta. El postre promete: dulce capricho. El menú incluye vino Vivanco crianza, agua mineral, pan casero y café. Un festín con reminiscencias otoñales para disfrutar con calma, con la serenidad que da posar la vista en el mar de viñedos.