laserna - Por sexto año consecutivo, la bodega Viña Real, de la compañía vinícola del norte de España (CVNE), en Laserna (Laguardia) decidió que el corte de la cinta para vendimiar lo protagonizaran niños, como una forma de pasarles el testigo a los que serán los futuros vitivinicultores o, al menos, los futuros conocedores de la cultura del vino. Ayer, tras una noche de intensa lluvia, pero con una buena temperatura para realizar esa tarea en la viña que Viña Real tiene en la propia bodega, los escolares de los colegios Marianistas y Salesianos los Boscos de Logroño fueron los encargados de arrancar oficialmente la vendimia de este año en esta bodega.
Esta asentada vendimia infantil contó con la asistencia de más de cien niños y niñas de ambos centros escolares, con edades comprendidas entre los 5 y 7 años. Estudiantes, por lo tanto, de 3º de Infantil y 1º y 2º de Primaria, que se acercaron a los viñedos para aprender a vendimiar y conocer de cerca esta práctica histórica y tradicional en Rioja. Los pequeños llegaron en autocar desde su centro escolar de Logroño acompañados por sus profesoras y lo primero que hicieron fue entrar en las enormes instalaciones de Viña Real para conocer como son e impresionarse por las enormes cuevas excavadas en la roca del cerro de la Mesa.
Tras la visita se refrescaron con un mosto y a continuación se dirigieron al viñedo que flanquea todo el lateral de la enorme bodega para vivir su primera experiencia como vendimiadores. Entre los encargados de la bodega y las profesoras trataron de organizarlos. Les dejaron tijeras para poder cortar los racimos y grandes cajas al comienzo de cada pasillo para ir dejando las uvas, advirtiéndoles siempre de que tuvieran cuidado para no hacerse daños o cortes.
Pronto surgió el primer herido de la vendimia, que trató de hacerse el fuerte mientras mostraba una gota roja en el dedo, pero peor fue su frustración cuando le dijeron que era una gota de mosto y que por tanto no había herida alguna. La mayoría se dedicó a disfrutar con los paseos entre renques, llevado entre las manos los racimos de uvas. La mayoría lo hacía por vez primera, pero otros contaban que ya habían estado con su padre o su abuelo en alguna vendimia, aunque no trabajando, sino jugando.
Con lo que también disfrutaron fue con el barro y especialmente con la cercana zona de césped, donde los más inquietos, una vez vendimiadas unas cuantas uvas, aprovecharon para darse revolcones para completar una mañana de juegos. Para Viña Real, la cita era importante porque ya han cogido el hábito de que esta actividad sea el aviso para la vendimia en las numerosas hectáreas que producen las uvas que se transforman en vino en esta bodega de Laguardia.
Por ello, con alumnos y profesoras estuvo en todo momento Javier Moreno, personal de Viña Real, que contó que “todos los años animamos a los pequeños a que vengan a conocer la vendimia, que descubran por sí mismos no sólo lo que les podamos contar, sino lo que ellos ven, lo que ellos saborean o tocan. Y que descubran en Viña Real que esta es una cultura popular, una cultura que todos tenemos que ir conociendo de generación en generación”.
Preguntado por qué se elegía a niños pequeños para este acto, explicó que “invitamos a niños porque generalmente un estudiante de Bachillerato o se lo han contado o lo habrá visto muchas veces. Pero nosotros consideramos que son las generaciones más jóvenes las que pueden moverse con más facilidad y conocer el terreno para recoger el testigo de aprender, de contar en casa y de seguir valorando lo que nos ha dado siempre la tierra por aquí”.
“Es el sexto año que lo hacemos y esperamos seguir organizándolo cuantas veces sea necesario, con todos los pequeños que quieran acercarse”, añade Moreno. Tras el trabajo de campo, todo el grupo posó para la foto de familia y a continuación se dirigieron hacia otra zona del enorme aparcamiento que tiene alrededor de sí misma la bodega, donde se enfrascaron en la decoración con pinturas de varias barricas.
Actividad. La bodega Viña Real de Laserna, en Laguardia, organizó ayer por sexto año consecutivo una vendimia para escolares, como una forma de pasar el testigo a los que serán los futuros vitivinicultores o, al menos, los futuros conocedores de la cultura del vino. Los pequeños llegaron en autocar desde sus centros escolares acompañados por sus profesoras. La mayoría vendimió por primera vez, pero otros contaron que ya habían estado con su padre o abuelo en alguna vendimia.
Desde la bodega Viña Real consideran que son las generaciones más jóvenes las que pueden moverse con más facilidad y conocer el terreno para recoger el testigo de aprender, de contar en casa y de seguir valorando lo que nos ha dado siempre la tierra por aquí.
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La actividad contó con la asistencia de más de cien niños y niñas de los colegios Marianistas y Salesianos Los Boscos de Logroño, con edades comprendidas entre los 5 y 7 años, estudiantes de 3º de Infantil y 1º y 2º de Primaria.