dulantzi - Dulantzi se encuentra sumergida desde el viernes en sus fiestas y algunos acumulan ya mucha juerga en el cuerpo. Sin apenas tiempo para descansar tras la primera jornada festiva, los dulantziarras se volvieron a echar a la calle ayer en el segundo día de las fiestas en honor a Nuestra Señora de Aiala, trasladando todo el protagonismo de sus fiestas a los jubilados, los blusas veteranos y los niños. La música de las dianas animó a más de uno a salir a la calle en una jornada en la que el sol acompañó los paseíllos festivos, los juegos infantiles y los encuentros familiares.

Al mediodía, cuadrillas de amigos se reunían en los txokos de la localidad para dar cuenta de unos suculentos almuerzos con los que reponer fuerzas después de una larga noche. Un par de huevos fritos con chorizo, una cazuelita de rico bacalao con tomate o un filete entre pan y pan fueron algunos de los platos con los que se deleitaron los más madrugadores.

No habían comenzado los preparativos de la jornada cuando abrió el parque de la diversión. Hinchables y juegos entretuvieron a los más txikis en la plaza 8 de marzo mientras los mayores se decantaban por actos más tradicionales, como la misa mayor en la iglesia de San Blas de la localidad. En su día, no perdieron la oportunidad de disfrutar de la fiesta y participar en la comida popular dedicada a los mayores. Por un día, olvidaron sus problemas y disfrutaron en compañía de vecinos y amigos. Tras la comida, y para bajar las calorías ingeridas, los mayores no dudaron en marcarse un baile.

Durante la mañana también se llevó a cabo la iniciativa Alegría en la compra, en la que las dos personas agraciadas en el sorteo tuvieron que recorrer los diferentes comercios de la localidad comprando diferentes productos hasta un máximo de 350 euros. Gorka fue uno de los ganadores del concurso y quien se encargó de hacer su compra. Carne en Subinarreka, unos juegos en Ikastools, pan en Ogi Berri, diferentes cremas en la farmacia, productos de droguería en Eroski, un vale en la peluquería y en la gasolinera Repsol fueron algunos de los productos de su carro de la compra. “Tan sólo rellenamos una papeleta, porque soy de Bilbo y he estado pasando las vacaciones en un pueblo cercano. Así que cuando me lo comunicaron me quedé muy sorprendido”, reconoció el joven que realizó su compra sin haber pensado demasiado qué iba a comprar.

Más preparado estuvo Ander, el otro ganador, que encargó a su amiga Mila productos como paleta de jamón, un juego que iba a donar al centro de mayores, una garrafa de aceite, gasolina, un amplio surtido de latas de conserva o un vale en la peluquería.

La Herriko Plaza se convirtió también en una gran bolera donde vecinos y visitantes compitieron en el tercer campeonato de bolos de la localidad. Hombres, mujeres, abuelos y nietos demostraron sus dotes con la bola ante el nutrido grupo de personas que se arremolinó en torno a la bolera portátil. El grupo local Dulantzi Sound en el kiosco de la plaza y Eguzkifole, una banda de gaitas gallegas, animaron el vermout de todos aquellos que no quisieron quedarse en casa y optaron por disfrutar de la fiesta a pie de calle.

Ya por la tarde las cuadrillas Zatorrak, Aitxoak, Iratxoak, Zentzugabeak o Follón-Formales se unieron para participar en el paseíllo desde la Herriko Enparantza hasta la plaza de toros portátil en cuyo interior tuvo lugar la disputa del Gran Prix. A la vuelta del festejo, Akelarre Txaranga siguió animando a todos a sumarse a la fiesta. Los jóvenes también tuvieron su momento y, después de una larga noche de diversión, se sumaron a participar en la Gaztejaia, donde no faltaron las aventuras de la tirolina, la torre de cajas, el taller de equilibrio o el tiro con arco. Dulantzi encara hoy la jornada dominical, cuyos actos comenzarán a las 11.30 con las dianas. Los sanferminions y los toros hinchables harán que los pequeños disfruten en su particular encierro desde el parque de Solandia. La iglesia de San Blas acogerá por segundo día consecutivo un oficio religioso con motivo de las fiestas, tras el cual continuará la animación musical por las calles de la villa.