Quien piense que las fiestas de La Blanca son parecidas a las de años precedentes, se equivoca. Son prácticamente iguales. Hay detalles que, efectivamente, mejoran con cada edición en materia logística, pero en lo básico, el programa es reconocido y reconocible con hitos ineludibles, a las horas de siempre y en los sitio de casi siempre. Sin duda, varían los conciertos de la plaza de Los Fueros, los nombres de los protagonistas de la plaza del Machete, las obras y los intérpretes del Teatro Principal, los cómicos de los monólogos de la Catedral Nueva y los artistas de los distintos escenarios, incluidos los callejeros. Sin embargo, el poso se mantiene inalterable en la fórmula elegida. Y para qué cambiar, cuando se demuestra que tiene éxito, con decenas de miles de personas cumpliendo con cada uno de los ritos de la tradición y del festejo y llenando las calles y plazas en un ejemplo de fiestas populares. ¡Bendita monotonía! En cualquier caso, es una evidencia que quien está o quien llega a estos lares durante estos días con la intención de medir su capacidad de resistencia ante las oportunidades de farra, tiene apuntada en su radar las ubicaciones concretas de lo que busca. Uno de esos rincones con gran trascendencia pública es el recinto de txosnas, un auténtico hervidero desde la tarde hasta bien entrada la madrugada. Es el reducto de la autogestión festiva, que ha logrado con el paso de los años conformar una oferta musical de primer orden, con nombres muy conocidos en la escena cultural y con un ambiente deseado por cualquier cita de similares características. Es sin duda, un paso más allá en las fórmulas de ocio elegidas. Quien acude a la zona de las universidades busca un poco más de lo que encuentra en alguna de las otras opciones que ofertan el programa municipal de fiestas y la hostelería local. Las barras alternativas con mensaje, los mensajes alternativos con barra, la hostelería de batalla y las batallas de hostelería, el compromiso político y los políticos con compromiso... En fin, que como dicen en mi pueblo, dime cómo te diviertes y te diré quién eres.
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