vitoria - Más de un millón y medio de personas mayores viven solas en España, muchas sin quererlo, lo que convierte a la soledad no deseada en la “epidemia de este siglo”, opina la psicóloga Clara Aldámiz-Echevarría, que ayer intervino en el congreso de Psicología que se celebra en Vitoria.
Aldámiz recordó que la población de personas mayores de 65 años está creciendo de forma exponencial, con buena salud y con servicios que garantizan su bienestar, pero a la vez la dispersión geográfica, la diversificación de los modelos de familia y los cambios en los sistemas de comunicación han modificado el contacto personal y familiar. Por eso, los mayores están en un proceso de adaptación a dichos cambios y a la vez están sufriendo las consecuencias de los mismos: soledad no deseada, visión estereotipada de la vejez, recursos no adaptados, aislamiento y exclusión social.
El riesgo de estigmatizar a personas mayores que viven solas y que presentan algún tipo de trastorno mental les lleva a aislarse y a ser víctimas de un maltrato de exclusión social. “No mueren solos sino excluidos de su vecindario”, advierte la ponente Alejandra Chulián.