Vitoria - ¿Qué aterroriza más a un estudiante del segundo curso de Bachillerato: el miedo que les meten sus profesores con que ese año les toca superar la EAU (Evaluación para el acceso a la universidad), la antigua Selectividad, o el hecho de tener que enfrentarse a la prueba en sí? Pues a tenor de las conversaciones que ha podido tener este periódico con los alaveses que mejor nota han sacado, Unai Cuevas y Yeray Gomara, ambos con un 9,69, más bien lo primero, ya que aseguran que al final, el examen tan temido “no es tan malo como la pintan” y que con un poco “de constancia” durante el curso escolar los exámenes pueden ser hasta un mero trámite más para todos los que quieran acceder a la universidad.

Las propias cifras de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) así también lo corroboran, ya que de los 10.617 estudiantes de Bachiller de Euskadi que se han presentado a la fase de acceso de la Evaluación para el acceso a la universidad en la UPV/EHU, 10.355 han aprobado, lo que supone que la han superado el 97,53%. En el caso de Álava, estas buenas notas se repiten, dado que de los 1.457 presentados, aprobaron 1.415 (el 97,11%). La nota media de esta fase de acceso en Euskadi fue este año de un 6,65 (en el 2018 fue de 6,71).

Las polémicas Pese a ello, la Selectividad no ha estado exenta de polémica durante este 2019, aunque, eso sí, fuera de Euskadi. Por ejemplo, en Madrid se han quejado de que la prueba de dibujo técnico no se ajustaba al temario, por lo que los profesores han denunciado que el examen “no respeta los principios de igualdad, mérito y capacidad” propios de la evaluación. Por ello, han pedido un informe técnico a la comisión de la materia y a la organizadora de la Selectividad para que valoren y se pronuncien sobre el tema.

En la Comunidad Valenciana se vivió una situación parecida ante el “inalcanzable” examen de Matemáticas II, del que miles de estudiantes exigieron una “solución” porque aparecieron ejercicios que no estaban en el temario, tal y como criticaron.

La polémica por la Selectividad siguió este lunes, cuando cinco estudiantes de entre 17 y 19 años entregaron en el Ministerio de Educación 180.000 firmas para acabar con la que consideran “injusta” Selectividad, por ser distinta según cada comunidad.

Roberto Castrillo, de 19 años, un universitario leonés, es el promotor desde hace un año de esta recogida de firmas en change.org y que destacó a las puertas de Educación que cualquier “pequeña diferencia” en las notas puede impedir a un alumno entrar a la carrera que quiere. “La dificultad no está en el hecho de aprobar el examen, que lo hace el noventa y tantos por ciento, sino de sacar buena nota” para algunas carreras como Medicina, dobles grados o ingenierías, argumentó. Fue el 1 de marzo de 2018, siendo entonces estudiante de segundo de Bachillerato, cuando Castrillo pensó que la Selectividad debía de ser “única para toda España” como pasa en Italia o Alemania. “Mis profesores me comentaron las diferencias que había con otras comunidades y miré las diferencias en el temario de Historia. Por ejemplo, en Castilla y León entraban 97 estándares de esta asignatura cuando en Cantabria solo 28, nosotros estudiábamos desde la Prehistoria y ellos desde el siglo XVIII”, especificó. Su recogida de firmas se reactivó en los últimos meses, especialmente por las discrepancias surgidas con la repetición de Filosofía en Galicia o las dificultades de Matemáticas II de los valencianos.