¿Qué alimentación es, grosso modo, la más recomendable en los comedores escolares para los niños de corta edad, entre los dos años, que es cuando suelen tener su primera experiencia en estos comedores, y los cuatro o cinco años?
-El tipo de alimentación que se necesita a edades tempranas es en líneas generales la misma que para el resto de la población. Es decir, en ella deben incluirse los diferentes grupos de alimentos, donde encontramos los nutrientes principales. Se deberían incluir las verduras u hortalizas, los cereales o tubérculos y las proteínas, variando entre los diferentes alimentos que pertenecen a cada grupo. En la comida de los peques que se quedan en el comedor escolar, un aspecto a destacar es la adecuación de la textura de acuerdo a la edad, el tipo de preparación, las proporciones de los diferentes grupos y la presentación, puntos claves para que la comida sea bien aceptada.
En el caso de los niños pequeños, el hecho de coincidir muchos, cada uno con sus necesidades, en un comedor grande, y por tanto no poder prestar quizás la atención necesaria a cada uno, ¿puede suponer un problema para aquellos que no tengan la suficiente autonomía?
-Los niños poco a poco, de acuerdo a su desarrollo madurativo, van adquiriendo capacidades y autonomía a la hora de comer solos. Mientras este proceso se desarrolla, necesitaran algo más que supervisión por parte de los adultos. Cuando un niño todavía está en una etapa en la que necesita ayuda para comer, sin lugar a dudas, la falta de atención podría ser un problema.
De cara al próximo curso se permitirá a las asociaciones de padres y madres que lo deseen que gestionen ellos mismos todo el proceso de los comedores, desde contratar a los profesionales, adquirir los productos. ¿El hecho de que puedan ser los propios padres los que decidan y gestionen qué comen sus hijos es de por sí un paso adelante en cuanto a la alimentación de los niños y niñas?
-Lo importante no es tanto quien lo gestione, sino cómo se gestione. Seguramente que, para los padres, máximos interesados en la buena alimentación de sus hijos, podría significar un paso adelante y desde luego, si ello conlleva un mayor involucramiento en un aspecto tan importante como es la alimentación de los peques, podría serlo. Sin embargo, debemos recordar que las comidas del comedor representan un 10-15% de las comidas totales del año a lo largo del día. Por ello, este paso solo sería positivo si también se les presta la suficiente atención al resto de comidas que realizan los niños y que también dependen de los adultos, que son quienes gestionan en casa la compra, los menús. Es necesario tener presente que la responsabilidad última de la educación nutricional de los niños la tiene la familia, y ésta tiene muchas oportunidades al día y a lo largo de los días para inculcar unos buenos hábitos alimentarios. - D.Ortega / Foto: Cedida