VITORIA - Los andamios van a empezar a cobrar protagonismo en las calles del barrio a medida que den comienzo las obras de rehabilitación energética en nueve fachadas para cumplir los plazos del SmartEnCity.
El pasado 31 de diciembre concluyó el plazo para adherirse al proyecto de rehabilitación en Coronación. ¿Están satisfechos con las cifras finales alcanzadas?
-El proyecto no responde a un clamor vecinal, sino que fue captado por las instituciones al detectar esa carencia y lograr la financiación desde las instituciones europeas. Llevamos tres años y que haya logrado salir adelante en sí mismo es ya un éxito. Hay que moderar ese éxito por un número de adhesiones que, aunque han sido suficientes para continuar, refleja un porcentaje que no es el que deseábamos. Sobre ese ámbito inicial de 1.305 viviendas, en un momento determinado vimos que teníamos que ampliar esos límites porque no iba a salir el proyecto. Resultó fácil esa decisión y lo hicimos optando por incluir la acera de enfrente, al ver que en muchos casos la canalización de la central de calor incluía a los portales de un lado y a los del otro no. La satisfacción por seguir adelante hay que moderarla por el hecho de que hay vecinos que han perdido una oportunidad única e irrepetible.
Desde fuera se tiene la sensación de que se ha forzado la situación para alcanzar esa cifra final.
-La sensación de cada cual es libre, pero los hechos son testarudos. De no haber llevado a cabo todos esos movimientos y llegar al 100% de los vecinos, aunque muchos de ellos desde el primer momento manifestaron desinterés, no podría estar diciendo que el proyecto sale adelante.
Analizando todo el proceso, ¿qué se ha hecho mal o qué ha fallado?
-La causa principal es que proyectos de este tipo, por muy subvencionados que estén y que requieren desembolsos, tienen que surgir por petición de los vecinos, como los que se están llevando a cabo en otros territorios. Es dudoso que volvamos a meternos en una aventura así y difícil que haya otro proyecto tan subvencionado. Este tipo de actuaciones deben nacer desde la base de las necesidades de los vecinos y su petición debe ser hacia arriba. De lo contrario, las cosas se complican como hemos podido ver.
Ha habido quejas de comunidades que no han podido adherirse por la negativa de los propietarios de los locales comerciales.
-Esa ha sido también una razón importante. Los locales no han visualizado que una reforma integral de un barrio afecta directamente a su negocio. Su cuota de participación es elevada y les corresponde pagar más. Han sido un obstáculo casi insalvable, a pesar de la ayuda que ha supuesto para el proyecto contar con el gimnasio, la parroquia el centro cívico y el bingo.
Cuando se puso al frente de Visesa ya estaba en marcha el proyecto. ¿Qué hubiera sido diferente de haber estado desde el comienzo?
-Nadie es perfecto y hemos corregido sobre la marcha cosas que no estaban bien. La primera oficina de barrio estuvo en la calle Cuchillería, fuera del ámbito vecinal. Resultó fundamental el traslado al corazón del barrio, en julio de 2017. También podíamos haber empezado antes la campaña puerta a puerta. Esas dos acciones se me ocurren como evidentes. También las visitas para vecinos a otros proyectos de rehabilitación, como el barrio de Chantrea de Iruña, resultaron exitosas. Toda esa corrección de errores detectados se podía haber hecho un poco antes, aunque con la decisión de ampliar el plazo, tengo la seguridad de que hemos llegado a todo el mundo corrigiendo y rectificando sobre la marcha.
Otros procesos similares en puntos no muy lejanos sí han gozado de una buena y rápida aceptación.
-Estos proyectos de renovación urbana requieren una digestión. Precisan de petición popular y, aún habiéndola, necesitan digestión. Debe pasar un tiempo, los vecinos tienen que meditar todos los aspectos que conlleva el plan. Por ejemplo, para las adhesiones a la envolvente se precisa una cifra del 60%, mientras para la red de calor la decisión es individual. Sin embargo, nosotros poníamos el requisito de que, al menos, el 90% de la comunidad se incorporara. La condición humana es de dejar todo para tarde, los cambios nos molestan y todo necesita su tiempo.
La decisión de ampliar los límites del proyecto estaba sujeta a un número máximo de viviendas.
-Las subvenciones estaban previstas para 1.305 viviendas y no sabíamos si al ampliar ese ámbito hasta las 1.913 nos íbamos a encontrar con una respuesta del 80% que nos llevara a morir de éxito al no tener ayudas para todas. La ampliación era muy necesaria y evidente tal y como se hizo. La explicación es tan sencilla como que la tubería pasa por un lado de la calle y por qué va a tener una acera sí y la de enfrente no.
¿Puede hablarse también de fallos en el proceso de comunicación al no saber llegar a todos los vecinos?
-Ahí tengo que decir que el equipo de Visesa se ha dejado la piel, al igual que el resto de instituciones como el Ayuntamiento de Vitoria, EVE y Giroa. Todos lo han hecho lo mejor que saben hacerlo. Tengo la seguridad de haber llegado a todos los vecinos que han querido conocer el proyecto y se les ha explicado hasta la saciedad. Ha habido casos, incluso, en los que nos llamaban pesados, aunque todos los socios del proyecto han sabido jugar con ese equilibrio de no quedarse corto y no pasarse de rosca, por así decirlo.
En la inauguración de la renovada fachada de Eulogio Serdán 4, las palabras del consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, sonaron a reprimenda hacia los vecinos por la cifra final de adhesiones.
-Estaba a su lado ese día cuando las pronunció y no las juzgaría así. Fueron todas ellas una mezcla de sorpresa y decepción por la ilusión puesta en el proyecto y la acogida vecinal que nadie estimamos satisfactoria. Aquí no estamos para reñir a nadie.
Con esa fachada luciendo y la próxima del número 8 de esa calle, pueden llegar arrepentimientos de comunidades no adheridas.
-Creo que los va a haber. Mirando el mapa de los edificios adheridos, aunque no se verá el barrio totalmente transformado, casi desde cualquier punto de una calle o esquina de Coronación, se van a ver dos o tres actuaciones. Que el buque insignia del proyecto sean esos tres portales de Eulogio Serdán por la entrada de Aldabe va a ser una ayuda notable. Se va a crear un efecto motor para animar a todos aquellos que no se han apuntado al proyecto. Van a tener la posibilidad de emprender las reformas por su cuenta, con ayudas regulares de Gobierno Vasco y Ensanche 21 que, sin ser tan buenas, existen todos los años.
El proyecto mantiene aún una puerta abierta para quienes quieran disfrutar de los beneficios de la red de calor.
-El hecho real es que se va a acometer la red de calor al completo y ese beneficio se mantiene tácitamente. Todo aquel que se quiera adherir a ella lo va a poder hacer. Ese asunto queda ahí y los mayores esfuerzos los están haciendo ahora Giroa y EVE para seguir comercializando intensamente esa red de calor. Asistimos a un goteo lento de vecinos que se suman a la red de calor durante estas últimas semanas. Estamos ya en una cifra de 361. La situación es que esa red es semi viable, pero desde luego no es rentable. Dado que la sociedad explotadora es una entidad privada, que ha dedicado tiempo y esfuerzo a este asunto, me parece aceptable y encomiable que esa empresa pueda obtener, en algún momento, un mínimo beneficio. Animo a los vecinos a que se sigan apuntando a la red de calor y recurran a las ayudas habituales. A ellas se suman las del EVE y hay que añadir las de Gobierno Vasco, Ensanche 21 y EVE. Es importante que haya más adhesiones para que esa red tome consistencia y tenga una situación financiera aceptable para que dure para siempre.
En el renovado Coronación se darán comunidades que no tengan fachada rehabilitada y sí la conexión a la central de calor pagada por su cuenta.
-La red va a estar ahí. Ellos tendrán que hacer por su cuenta la conexión, montantes y demás pudiendo recurrir a las ayudas regulares, que nunca van a ser tan buenas como las contempladas en el plan.
El plazo contempla el fin del proyecto en el año 2021, ¿se está dentro de los tiempos previstos o ya empiezan a emerger urgencias?
-Logramos una primera ampliación de seis meses que se la concedimos a los vecinos para adherirse más comunidades. Es inamovible la fecha del 31 de julio de 2021 como fin del proyecto. Se contemplaba que, para esa fecha, se pudiera ofrecer datos de las viviendas con dos años de monitorización en su consumo. Es decir, las obras tenían que haber estado terminadas en julio de este año y para esa fecha solo vamos a tener dos bloques. A medida que se liciten y ejecuten el resto de bloques a reformar vamos a poder aportar datos de cerca de un año y medio, doce meses y en el último bloque de edificios cerca de cuatro meses de monitorización. El 24 de diciembre se envió una rectificación del acuerdo indicando que se trata de unidades muy parecidas todas ellas. Entendemos que Europa va a aceptar esto sin problemas.
Con las comunidades ya adheridas estarán ahora en la fase de que los vecinos aporten las cantidades a las que asciende la obra.
-En el momento de adhesión al proyecto y firma del contrato, tuvieron que adelantar el 5% del total de la reforma. El 95% restante lo deben entregar antes de sacar a concurso la obra. Tenemos cinco comunidades adheridas que no han firmado el contrato y tampoco han abonado el 5% inicial del total de la obra. Si no lo rubrican no podemos redactar el proyecto. Luego, una vez redactado y para poder sacar a concurso esa obra, tienen que abonar el 95% restante del coste. La gente debe de entender esto como un contrato entre las dos partes, administraciones y los vecinos. Desde el lado institucional se ha cumplido y pedimos a los vecinos que también asuman su parte y no hagan que este proyecto se retrase todavía más.
Esos vecinos de los bloques de obras que están en licitación ya han pagado el 100% de la obra. ¿Han recibido el importe de las ayudas?
-Hay un pequeño decalaje. Estamos tramitando el fondo de garantía con 39 solicitudes, de las que un gran número de ellas se han resuelto, incluso con el 100%. En el momento en el que se concede la ayuda el pago es inmediato. Estamos siendo muy ágiles y con el fondo de garantía se va tramitando con buen ritmo y la mayoría de peticiones son afirmativa, salvo en seis casos que son negativas por no cumplir los requisitos.
Otro hito del proyecto es la central de calor que no puede demorarse mucho más para el inicio de las obras.
-No debo dar fechas por otros, pero sí puedo decir las que el Ayuntamiento nos ha comunicado al resto de socios. En febrero va a salir a concurso el edificio que alberga la central de calor. El EVE y Giroa van a pedir también licencia en febrero para la red de calor. Todo ello es para permitir que la monitorización con red de calor incluida esté en uso en septiembre del año 2020. De esa manera estaremos en los plazos para poder aportar la monitorización de datos que se nos pide desde Europa.