VITORIA - El vertedero de Gardelegi continúa sin disponer de la maquinaria precisa para que los operarios desarrollen las labores habituales en el recinto. El último episodio de este largo serial de desencuentros entre la contrata de FCC y Yarritu, encargada de la gestión, y el Ayuntamiento de Gasteiz llega con el modelo de la última máquina recibida en el vertedero. El grupo municipal de EH Bildu ha denunciado la compra para el recinto de una pala cargadora de la marca Case, modelos 921G XR, en lugar de la máquina compactadora como figuraba en el pliego de condiciones que rige la prestación del servicio. El edil de la formación abertzale Aitor Miguel airea este “nuevo incumplimiento” de la contrata a la hora de poner a disposición de los trabajadores “la maquinaria obligatoria comprometida en el cuadro de inversiones de su oferta”, explica.
En el pliego de las bases que rigieron la licitación y adjudicación del contrato, con una duración de seis años desde 2015 hasta 2021, la oferta de FCC y Yarritu se comprometió, entre otras adquisiciones, a poner a disposición de los trabajadores del recinto una compactadora de residuos cifrada en un coste de 235.936 euros, sin incluir el IVA. “Nos encontramos ahora con la situación de tener en Gardelegi una pala cargadora, que no se corresponde con la compactadora contemplada en la propuesta inicial”, desgrana Miguel. En el pliego de bases, se estipulaba la obligación de “proponer una máquina similar a la actual, modelo Cartepillar 816F, respetando las condiciones de adaptación a vertedero y de potencias de la actual”. El concejal de EH Bildu, a la vista de que no se ajusta ni coincide la nueva máquina con la explicitada en las bases, incide, remarca las “diferencias” en el desempeño de las tareas que supone contar con una pala cargadora, en lugar de la compactadora prevista. “Una pala está pensada para mover materiales, mientras que una compactadora, con sus 40 toneladas de peso, sus ruedas especiales y el resto de características, tiene como misión unir y apretar bien toda la basura recibida”, especifica. De este modo se logra que todos los residuos queden compactados de manera correcta en el interior del vertedero y se evite el “riesgo de posibles filtraciones o que, por culpa de un mal prensado de todas las basuras, se ocupe más espacio del necesario y se acorte la vida útil del recinto”, puntualiza el edil de EH Bildu.
UNA inversión DE MENOR COSTE Además de no ser la maquinaria obligatoria inicialmente contemplada en el pliego para llevar a cabo la tarea, se trata de una adquisición de un “menor coste a lo que supone haber comprado una compactadora de residuos”, critica Miguel. En el cuadro de inversiones presentado por FCC y Yarritu, en la oferta con la que concurrieron al concurso se estipulaba la compra de una compactadora para el recinto. El coste de esta máquina se cifraba en los 235.936 euros, IVA no incluido, según se refleja en el documento de la oferta. El propio edil de la formación abertzale ha llevado a cabo diferentes averiguaciones y sondeos entre las firmas especializadas en la distribución y venta de este tipo de grandes maquinarias. La conclusión a la que ha llegado el concejal abertzale es “el menor desembolso y gasto que ha supuesto la compra de una pala excavadora, en lugar de haber adquirido una compactadora de residuos como contemplaba el pliego del concurso”, enfatiza Miguel. Después de sus consultas la marca Cartepillar tiene en su catálogo un “modelo equivalente al de Case que han traído al vertedero cuyo coste es de 132.870 euros, más IVA. Esta cantidad contrasta con el precio de 356.600, también sin IVA, en los que está valorado un compactador de basuras, equivalente al modelo propuesta en la licitación”, enfatiza con seriedad el concejal abertzale. Cuestionado el gabinete Urtaran respecto a la situación de la maquinaria en el vertedero, indicaron no estar al corriente de la evolución exacta de esta cuestión del material.
UN CONTRATO POLÉMICO Emergen de nuevo las controversias respecto al desarrollo de este contrato que ya fue objeto de polémica hace más de un año. En aquella ocasión también EH Bildu denunció el retraso de “más de dos años” desde el inicio del contrato en contar con una compactadora, un bulldozer y una retroexcavadora para la gestión y tratamiento de los residuos en el vertedero que debían haber llegado “dentro de los doce primeros meses de contrato”. El responsable de Medio Ambiente, Iñaki Prusilla desveló en una intervención de noviembre de 2017, durante una comisión de su área, haber acordado con la UTE que gestiona el servicio renovar la maquinaria de Gardelegi “a lo largo del año 2018”. Puso en el centro de esta sorprendente decisión los “múltiples cambios en el recinto del vertedero” que hacían posible ese nuevo plazo para su llegada al recinto. Con posterioridad, en febrero de 2018, apuntó Prusilla al mes de agosto como fecha en la que se recibirían la máquina compactadora y el bulldozer para el vertedero.
Este contrato de gestión de los residuos en Gardelegi está vigente desde 2015 y se alarga en el tiempo durante seis años. A su conclusión, en 2021, contempla la prórroga por dos años más. En el capítulo económico supone un desembolso anual de 1.008.507,48 euros.