vitoria - Decenas de personas se unieron ayer a la iniciativa Memoria Gara para formar una cadena humana que rodeó la iglesia de San Francisco de Asís, en Zaramaga, para solicitar al obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, que apruebe la conversión del templo en un símbolo de la memoria de los crímenes del 3 de marzo.

Los presentes unieron sus manos alrededor de la iglesia, donde se colocó también una enorme pancarta de pancartas de casi 120 metros de longitud de la mano de los artistas Txaro Arrazola, Javier Hernández Landazabal, Karen Warner, Alex Fernández, Juan Pablo Álvarez, Merino, Mintxo, David Tavares, Eva Mena, Zirika y Verónica Werckmeister.

Diez obras inspiradas en otros tantos artículos de la declaración universal de los derechos humanos, que recibieron anotaciones y dibujos de los gasteiztarras que quisieron aportar su granito de arena a la intervención artística. Memoria Gara recordó en el comunicado que leyeron al final del acto que “el 3 de marzo de 1976 está grabado con sangre en esta ciudad, y por ello pedimos que el templo de San Francisco acoja un proyecto relacionado con la memoria de las víctimas de la masacre y que, a su vez, sirva para desarrollar otras políticas de memoria y derechos humanos, cuyo proyecto compartido presentaremos la iglesia de San Francisco debe acoger “un proyecto relacionado con la memoria de las víctimas de la masacre que, a su vez, sirva para desarrollar otras políticas de memoria y derechos humanos”. El colectivo criticó que el obispo “no quiere ni siquiera reunirse con nosotros, pero no desistiremos”.