Un joven afectado por leptospirosis, una enfermedad infecciosa producida por un grupo de bacterias, se encuentra ingresado en el Hospital vizcaíno de Galdakao después de bañarse hace unos días con un grupo de amigos en una zona fluvial del municipio alavés de Okondo, al que flanquea el río Izalde. Así lo confirmaron ayer el Departamento vasco de Salud y Osakidetza, que además de ratificar este caso, presuntamente relacionado con el contacto directo con estas aguas, investigan cuatro más. Según informaron las autoridades sanitarias, el bañista hospitalizado se encuentra en estado “estable” y presenta una buena evolución. Tres de sus acompañantes tuvieron que ser también ingresados en el hospital, aunque en todos los casos han sido ya dados de alta, mientras que una quinta persona fue atendida en el servicio de Urgencias del Hospital de Basurto, aunque no precisó de hospitalización. En todos los casos, el inicio de los síntomas se situó entre los días 13 y el 20 de este mes de agosto.

Dado que el periodo de incubación de esta enfermedad suele ser bastante largo, de entre cinco y 14 días según Salud y Osakidetza, la alerta no ha llegado a Okondo hasta hace unas pocas horas. Concretamente, las inmediaciones del río Izalde aparecieron anteayer empapeladas con distintos avisos en las que se avisaba del “riesgo” que podía entrañar bañarse en sus aguas ante la posibilidad de que estuviesen contaminadas. A día de hoy, como medida de precaución, se sigue recomendando no bañarse en este entorno.

Tras tener conocimiento de este posible brote, la subdirección de Salud Pública de Álava se puso en contacto con el Ayuntamiento de la localidad ayalesa para trasladarle lo sucedido y que se tomasen todas las medidas preventivas posibles en la zona de baño identificada.

Según informaron las autoridades sanitarias, la transmisión de esta patología se produce por contacto directo o indirecto con la orina de animales infectados. Su vía de entrada en el organismo es a través de las mucosas, principalmente las de la boca, ojos y nariz, o por cortes o abrasiones de la piel. De forma ocasional puede transmitirse también por inhalación. Sin embargo, su transmisión de persona a persona es rara.

factores de riesgo Además de factores de riesgo asociados a determinados trabajos, como los de veterinario, ganadero, pastor o matarife, la leptospirosis se relaciona también con la realización de determinadas actividades recreativas o deportivas en aguas que pueden estar contaminadas. Cabe recordar, por ejemplo, que hace poco más de un año tres participantes en un triatlón celebrado en Bilbao contrajeron esta misma enfermedad tras tener contacto con las aguas de la ría.

La infección, que puede tener múltiples presentaciones clínicas, presenta síntomas parecidos a los de un cuadro gripal -fiebre, escalofríos, mialgias, cefalea, inyección conjuntival- y puede ser más o menos aguda. En caso de no ser tratada adecuadamente puede producir vómitos y hemorragias e incluso la muerte.