vitoria - Solventada in extremis el pasado martes la posibilidad de una huelga de limpieza, en el Ayuntamiento de Vitoria han pisado el acelerador para poner fin a la relación contractual que todavía une a la ciudad con FCC y GMSM. Por ahora, oficialmente el Consistorio dio ayer un paso más -acelerado tras la reunión del martes con los trabajadores- en el proceso jurídico y burocrático que culminará con la ruptura del acuerdo con la contrata, pero en el gobierno municipal manejan ya una hoja de ruta muy clara que acabaría con la remunicipalización del servicio de limpieza en Vitoria. Un proceso afianzado sobre todo en la necesaria base jurídica que garantice la viabilidad del camino que se quiere emprender y que, de cumplirse según lo previsto, culminaría en un mínimo de seis meses y un máximo de un año, por lo que Gasteiz estrenaría nuevo -y municipalizado- servicio de limpieza, con los mimos trabajadores que la contrata actual, en la primavera de 2019, con las fiestas de La Blanca como fecha tope para que todo esté ya en marcha.
Por el momento, de cualquier forma, fuentes oficiales del ejecutivo local se muestran cautas, aunque optimistas, con el proceso. Para empezar, toca resolver el contrato actual. Ayer, la Junta de Gobierno Local desestimó la petición trasladada en su momento por FCC para resolver el contrato -amparándose en que pierden de dinero-, por lo que la firma dispone ahora de diez días de plazo para presentar posibles alegaciones, algo que a priori parece, así lo estiman en el Consistorio, poco probable. Pasado el plazo, y si no llegan dicha alegaciones, el Ayuntamiento convocará un Pleno municipal en el que, con el apoyo que ya mostraron ayer EH Bildu, Podemos e Irabazi, más PNV y PSE, el gabinete Urtaran sacaría adelante el inicio de la remunicipalización del servicio de limpieza.
Desde ese momento, la legislación establece un mínimo de seis meses para configurar la forma en la que se prestaría el nuevo servicio, ya municipalizado mediante una sociedad similar a Amvisa o Tuvisa. Con ese medio año como mínimo, en el Ayuntamiento estiman que es viable finiquitar todo el proceso y poner en marcha la nueva limpieza en la ciudad en lo que resta de legislatura. Es decir, antes de las elecciones municipales de finales de mayo de 2019.
Con todo, si en los diez próximos días la UTE formada por FCC y GMSM recurre la decisión de ayer y presenta alegaciones y documentación para justificar su petición de resolución del contrato el escenario podría cambiar y ser necesario sacar un nuevo concurso, aunque parece poco probable. Mientras tanto, tras la reunión celebrada ayer en la plantilla para que los sindicatos trasladaran las claves de estos días a los trabajadores, la plantilla votará hoy en asamblea a partir de las 10.30 horas si avala o no la decisión tomada por sus representantes sindicales, que salvo improbable sorpresa refrendarán la decisión de no activar la huelga el pasado martes.
Los trabajadores, por cierto, quedarían subrogados dentro del nuevo servicio municipal manteniendo sus puestos de trabajo y sus derechos y condiciones laborales. A partir de ahí, desde el Consistorio recuerdan que la condición de trabajador público, el pasar a ser funcionario como tal de la administración local, sólo puede alcanzarse mediante un proceso de oferta pública de empleo. Cómo, cuándo y quienes sería necesario que concurrieran a él es algo aún por tratar, pues cabría la posibilidad de que sólo fuera necesario que lo hicieran quienes tras la puesta en marcha del nuevo servicio municipal quieran entrar en bolsas de trabajo o los nuevos puestos para cubrir jubilaciones.
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La Junta de Gobierno Local desestimó ayer la petición trasladada en su día por FCC para resolver el contrato, amparándose en que pierde de dinero. La firma dispone de diez días para presentar posibles alegaciones, algo que parece poco probable.