laguardia - Con el anuncio publicado por la Confederación Hidrográfica del Ebro, en el que se informa que la Comunidad de Regantes, en formación, de Valdepaderna, ha solicitado la concesión de riego de 400 hectáreas en Barriobusto, Labraza y Moreda, con las aguas procedentes de los arroyos Buenpajera, Horcajo y Valdevarón, de los que se extraerían 24,11 litros/segundo, se da un paso más para la puesta en marcha de esa infraestructura en la zona.
El anuncio es un nuevo trámite y, de hecho, lo que se abre con él es un plazo de un mes para que los afectados por ese consumo de agua puedan presentar reclamaciones, así como para que la Comunidad de Regantes presente su proyecto de regadío o, si existiera otro proyecto diferente, también lo haga. La cuestión es que se lleva esperando un total de 21 años a la realización del regadío en la zona de Barriobusto, Labraza y Moreda, tiempo desde que en octubre de 1995 se redactara el primer borrador del Plan de Regadíos de Álava. En aquel documento quedó recogido el regadío de la Rioja Alavesa (Baños de Ebro, Cripán, Elciego, Barriobusto, Labraza y Moreda, Labastida, Laguardia, Lanciego, Leza, Moreda, Navaridas, Villabuena y Samaniego), con una superficie total de 12.500 hectáreas. La propuesta contemplaba realizar captaciones del río Ebro y de los arroyos existentes en la zona regable. Pero el de esta zona no arrancaba y la Comunidad, según cuenta su presidente, Sergio Valencia, lo trató de impulsar, sin éxito entre los años 2002 y 2003. Se tuvo que esperar hasta 2012 para retomar la idea y “comenzar a tirar del carro, sacando el anteproyecto de un cajón y realizando el estudio de impacto ambiental.
La necesidad de esa obra se justifica en el propio documento de Impacto, al explicar que dentro de las dificultades por las que atraviesa el sector agrícola, se abordan los proyectos de mejora de regadío como una de las pocas soluciones para que muchas zonas y muchos agricultores puedan seguir subsistiendo, llegando a obtener unos rendimientos aceptables que les permitan sostener sus rentas, en el momento actual en que muchos de los precios de los productos agrícolas han descendido y probablemente lo hagan más todavía. La necesidad del riego nace como una de las pocas formas posibles para mantener el desarrollo de la zona y por tanto de evitar el abandono de su actividad agraria. - P.J.P. / Foto: P.J.P.