vitoria - La historia se repite. Indignación, rabia, impotencia y ganas de luchar en las calles del centro de Vitoria. Varios miles de pensionistas y muchos ciudadanos que aspiran a serlo respondieron ayer a la llamada efectuada por las asociaciones Por una Vida Digna-Bizitza Duinaren Alde y Arabako Pentsionistak Lanean, inundando el corazón de la capital alavesa para reivindicar justicia a través de sus pensiones. El 0,25% de subida que les plantea el Gobierno central les parece “una burla” y no están dispuestos a afrontar el futuro más inmediato con un aumento medio de un mísero euro en sus pagas. Ayer, el colectivo de jubilados alaveses tiró de orgullo y de lemas como “el 0,25, qué vergüenza amigo”, “pensión digna para una vida digna” o “sobran ladrones, no falta dinero” para exigir que se les trate como se merecen: con respeto.
La masa de pensionistas y ciudadanos indignados partió a las 19.00 horas desde la puerta del museo Artium en dirección al número 2 de la calle Olaguíbel, donde se encuentra la Subdelegación del Gobierno. El intenso frío azuzó los ánimos y la cabecera de la marcha alcanzó la meta a las 19.15 horas. Allí, el presidente de la plataforma Por una Vida Digna-Bizitza Duinaren Alde, Juan Antonio Armentia, procedió a la lectura de un comunicado que resumía el sentir de todos los concentrados. Un manifiesto en el que recordaban que las protestas se llevan a cabo “por una cuestión de dignidad. No podemos admitir que a un amplio colectivo de nuestra sociedad se nos siga insultando con una subida del 0,25% en nuestras pensiones y se nos amenace con que así va a seguir siendo, al menos hasta el año 2022, empobreciéndonos cada vez más”, prosiguió.
Pero el problema, como han subrayado en múltiples ocasiones, no sólo les afecta a los pensionistas. La hucha de la que deben cobrar las siguientes generaciones merma a ojos vista y advierten de que “ningún ciudadano debe admitir que en 20 años las pensiones vayan a reducirse en más de un 40%”. Por ello, no era de extrañar que a los miles de pensionistas que se movilizaron ayer en la capital alavesa se sumaran muchas otras personas, de diferentes edades, que ven peligrar su futuro y quieren pelear por él.
“Que no nos diga la ministra -señalaba Armentia- que no hemos perdido poder adquisitivo desde que ellos están en el poder. Mentira. Se olvida de que en 2013 no se nos subió el 1,9% atrasado del 2012, que en 2016 el incremento del IPC fue más de 6 veces mayor que la subida y que en 2017 fue más de 4 veces mayor”.
“Tenemos un grave problema con la cuantía de las pensiones. El 70% está por debajo de los mil euros y el 40% por debajo de los 400. Queremos una pensión mínima de dignidad de en torno a los 1.080 euros”, explicaba Enrique Garbayo de Arabako Pentsionistak.
Los organizadores arremetieron contra las políticas de recortes del Ejecutivo central e instaron a sus responsables a reconocer que la reforma laboral va encaminada a recortar los salarios, a aumentar la precariedad y la temporalidad en beneficio de los empresarios y que se persigue el empobrecimiento de los trabajadores, así como la disminución de las cotizaciones. “Quítense la careta y dígannos que lo que pretenden es privatizar la Seguridad Social para favorecer a sus amigos, los grandes poderes financieros de la banca y las compañías de seguros”.
“Hay que dar leña por las pensiones y los jóvenes tienen que moverse también. Hay que pelear, nadie nos va a regalar nada”, apuntaba Juan Cruz Urtaran. Vicente García, por su parte señalaba que “vamos a participar en todas las manifestaciones a las que podamos acudir, pero mejor que se celebren por la mañana”, apostillaba con la mirada puesta en el reloj.
La familia formada por Yolanda Linde, Iñaki Fernández y su txiki acudía “por los abuelos y porque seremos abuelos”. “Visto el rumbo que está tomando esto nos vamos a quedar sin nada. Hay que empezar ya a apoyarles, porque ellos nos apoyaron también en el 15 M. Decir que una subida del 0,25% es vergonzosa es quedarse cortos. Lo malo es que al Gobierno no le duele decirlo. O viven en una realidad paralela o no quieren ver la realidad”, señalaban.
El calendario de protestas iniciado a principios de febrero y que ayer vivió su segunda gran cita no se detiene. Las dos agrupaciones convocantes de la marcha señalaron que, a partir del 5 de marzo, volverán a reunirse todos los primeros lunes de cada mes a las 12.00 horas en la Plaza de la Virgen Blanca. “Hay que seguir en esta lucha”, señalaron.