Vitoria - Herederos Marqués de Riscal, una de las bodegas centenarias de Rioja Alavesa y avalada por una trayectoria de más de un siglo, defiende la calidad en el cultivo de la viña y en la elaboración como método para no sucumbir a las “modas” del mundo del vino.
Esta bodega, un auténtico chateau ubicado en Elciego (Álava), puede presumir de conservar más de 150 cosechas de vino en su subsuelo y de haber conservado la tradición y a la vez ser una de las precursoras de nuevos conceptos, avances tecnológicos y fórmulas innovadoras en enoturismo.
Para mostrar todo eso, en los últimos meses se ha marcado el objetivo de llevar a su bodega a algunos de los sumilleres más prestigiosos de España y ofrecerles un verdadero tesoro: catar vinos de añadas históricas, algunas de finales del siglo XIX.
Todo ello con el enólogo Francisco Hurtado de Amézaga como maestro de ceremonias y narrador, porque, al fin y al cabo, él forma parte de la historia de Marqués de Riscal por sus lazos familiares.
La actual bodega, presidida por el moderno hotel que diseñó Frank Gery, es heredera de esa tradición y a pesar de sus innovaciones , como el primer ordenador del mundo que selecciona la uva grano a grano, preconiza la tradición por todos sus costados. “Nuestros vinos surgen de pequeñas parcelas, todas viejas, que ensamblamos con mimo”, asegura.
Una personalidad “afianzada” en Marqués de Riscal “durante más de siglo y medio, y no la vamos a cambiar”, asegura Hurtado de Amézaga, que sí es partidario de “de las innovaciones” y, de hecho, asegura ser el primero en haber elaborado un vino de autor, a mediados de los años 80 del pasado siglo, “y ahora todo el mundo lo hace”.
Pero “eso no significa adaptarse a las modas” porque “es cierto que el mercado tiene sus propios gustos, a veces marcados por líderes de opinión” pero “nosotros no vamos a perder nuestra esencia por eso”. Como añade, “por mucho que las modas aconsejen una cosa u otra, hay que ser fiel a tu propio espíritu”, insiste, algo que para él es “hacer bien la elaboración, la crianza de las viñas, o el respeto a los rendimientos” y “así te puedes mantener aunque cambien los estilos, porque, al fin y al cabo, las modas al final vuelven”. - Efe