Vitoria. El juicio por estos hechos arrancó ayer en la Audiencia Provincial de Álava con la elección de los miembros del jurado y hoy ha sido el turno de la declaración del acusado, un hombre natural de Venezuela, para quien el Ministerio Público pide 20 años de cárcel y su defensa la libre absolución.

El procesado, que tiene una hija con la fallecida, ha negado hoy varias veces que él matara a la mujer, con la que ha precisado nunca tuvo una relación de pareja como tal, ya que, según ha argumentado, nunca vivió con ella, tampoco en el domicilio del barrio de El Pilar en el que según la Fiscalía falleció la mujer la madrugada del 1 de noviembre de 2014.

El Ministerio Público argumenta que ese día el acusado atacó en la vivienda con un arma blanca a la mujer, de 42 años y nacionalidad dominicana, y que después le golpeó la cabeza "sobre una superficie dura o con un elemento contundente". Añade que ésta falleció por el traumatismo que le causó el acusado, quien "limpió "la escena del crimen" y "abandonó el domicilio cerrando la puerta de acceso" y llevándose consigo las llaves y dos móviles de la mujer.

El acusado ha explicado hoy que en el momento de los hechos trabajaba como portero en un bar en Vitoria que regentaba la víctima, a la que conoció en República Dominica hace unos veinte años.

Ha asegurado que la mujer vendía drogas en el establecimiento, que tenia "enemigos" y que él "nunca se involucró con ella en ese mundo". De hecho ha indicado que en el momento en que se produjo la muerte de la mujer ésta había echado de su casa a un compatriota que, según ha dicho, había venido a "traerle droga".

Respecto a su relación con la víctima, ha insistido en que nunca fueron pareja sentimental, sino que mantenían encuentros esporádicos de carácter sexual y eran amigos. Ha descrito el vínculo que mantenían de "estupendo" y ha asegurado que cuando se produjo su muerte, él estaba casado y habían decidido de mutuo acuerdo "poner distancia" tras el nacimiento en agosto de su hijo.

Además ella tenía otra pareja, lo que le parecía "fantástico", aunque ha añadido que ese hombre tenía "celos" de él.

A preguntas de su letrado ha señalado tanto a esta nueva pareja como al compatriota de la víctima que había echado de su casa como principales sospechosos.

Ha asegurado que la última vez que vio a la fallecida fue la tarde del 31 de octubre y que no tenía llaves de su vivienda, sólo del portal.

¿Por qué la voy a matar, en qué me va a beneficiar matarla?, yo la quería muchísimo, como si fuera un familiar. Mi hija salió de ella, haciéndole daño a ella le estaba haciendo daño a mi hija y a mí mismo", ha resumido.

Durante el juicio, la Fiscalía ha señalado diversas contradicciones entre las declaraciones del acusado hoy y en la instrucción, y le ha preguntado por una condena de un juzgado de Vitoria por malos tratos a la víctima en 2008 algo que él ha negado."Yo nunca le he pegado ni a ella ni a nadie", ha señalado.

Finalmente ha asegurado que se enteró de la muerte de la mujer cuando la Ertzaintza se presentó en su casa.

En la vista también ha declarado hoy una vecina de la víctima que ha asegurado que en la madrugada del 1 de noviembre se despertó al escuchar un ruido y una voz de mujer que decía "¿Cómo me haces esto a mí?". Después un sonido "como de mover muebles".

Ha indicado que no llamó a la policía porque no oyó a nadie pedir ayuda y que el incidente fue muy breve. También que pensaba que el acusado, al que veía en el portal, y la víctima eran pareja. Ha precisado que les veía en actitud cariñosa y que nunca les observó discutir.El juicio por estos hechos continuará los próximos días con el resto de la testifical.