trokoniz - Paz y recogimiento, excepto a la hora del recreo. Geroa Eskola llama la atención desde que se accede al edificio porque no hay una voz más alta que la otra. Atravesar los pasillos es ir escuchando casi susurros que salen de las aulas y hasta los propios profesores se han acostumbrado a ese ritmo sereno para poder desarrollar una pedagogía que sólo se imparte en Euskadi en este centro, y que da como resultado alumnos formados desde la libertad, el trabajo y el respeto.
¿En qué consiste la pedagogía Waldorf-Steiner?
-El sistema educativo que aquí impartimos es muy amplio, pero en una breve síntesis, en general se podría decir que tenemos en cuenta en nuestro trabajo, en tres partes equivalentes, el aspecto cognitivo, el de pensar; una segunda es el sentir. Y la tercera sería la voluntad. Las tres al mismo nivel, dándole tanta importancia a la una como a la otra. Nuestro trabajo se basa en el respeto al niño, en su desarrollo natural y en un trabajo de reflexión para acompañarlo en sus necesidades de desarrollo.
¿Cómo se traduce luego esa pedagogía para que la comprendan los padres de los alumnos?
-Nosotros nos basamos en esos tres principios porque creemos, y así se lo trasladamos a los padres, que hay que tener en cuenta la parte cognitiva, la de conocimientos, que es muy importante, pero que nosotros también entendemos que el ser humano está conformado por otras partes y hay que tener muy en cuenta las de sentir, anímica, y luego la voluntad. Esta última la trabajamos mucho, nos parece muy importante porque creemos que de ahí luego va a entrar todo lo que tenga que entrar, conocimientos o como se quiera llamar.
¿Cómo la trabajan?
-Nosotros, en todas las clases, desde Primaria a Secundaria, porque Infantil es diferente, comenzamos con una parte rítmica y en ella es donde ejercitamos esa voluntad de animarles a venir, a trabajar, y después de hacer todo ese movimiento, que pueden ser poemas, más canciones, coreografías, todo lo que tenga que ver con lo que luego vamos a enseñarles, que pueden ser números, pueden ser letras u otra materia, entramos con esa voluntad y ellos se muestran a gusto y más dispuestos a trabajar.
Parece que el mundo educativo va moviéndose más hacia una formación que tenga en cuenta la personalidad de los niños?
-Sí, puede ser, pero dejando bien claro que hay que partir de donde está el niño y para eso hay que conocerle, saber cómo es él interiormente. El niño coge al profesor enseguida, aprecia muy rápido cómo es por dentro. Por eso es tan importante que tú, profesor, le conozcas a él y sepas en dónde le tienes que ayudar, porque todos los niños necesitan ayuda para equilibrarse. Ellos y nosotros. Puede ser la parte del sentir, pensar? El profesor lo que tiene que hacer es conocer al niño y donde vea que puede cojear, equilibrar. Siempre hay que equilibrar. En todos los niños.
¿Pero eso no significa un exceso de protección?
-Para nada. Nos parece muy importante que el niño sepa que el maestro le va a ayudar y le tiene que respetar. Es una autoridad, y eso permite que el niño sepa lo que debe hacer. A veces pueden estar perdidos, pensando que pueden hacer lo que ellos quieran, pero si a un niño desde pequeño no le estás ayudando, por dentro estará un poco como desestructurado. Él se tiene que ir estructurando internamente y sabiendo lo que le conviene.
Esto puede parecer una antítesis de lo que se vive en otros centros públicos?
-No sé si antítesis sería la palabra correcta, pero desde luego que nuestra pedagogía es totalmente diferente. Nosotros completamos el currículum establecido, ya que somos una escuela concertada y, al final, lo que en una escuela pública o privada van a ver, al final aquí también. Lo que pasa es que aquí lo hacemos de otra forma, de manera completamente diferente.
¿Por qué se implantó la escuela en Trokoniz?
-Fue hace once años y los que tuvieron la iniciativa de comenzar con este proyecto vinieron aquí atraídos por el entorno, que es muy tranquilo. Está en plena naturaleza -que para nosotros es vital que estén los niños en este entorno de naturaleza- y consideramos que este territorio es idóneo.
Además están muy cerca de Vitoria.
-Sí, cerquísima.
¿Cuántos alumnos acuden al centro?
-Entre 130 y 140.
¿Qué régimen de vida llevan aquí?
-Hay un servicio de autobús y otros niños vienen con sus padres. Estamos de ocho y media a una y media por la mañana y luego de una y media a tres se come, porque tenemos opción de comedor, aunque algunos marchan a sus casas a comer y para ellos también tenemos servicio de autobús, y por la tarde tenemos una hora de clases, de tres a cuatro. A esa hora se van a casa.
¿En Geroa Eskola también se llevan a cabo actividades extraescolares?
-Precisamente en estos momentos estamos programando nuevas actividades. Una de ellas será el mercadillo de invierno, ya que en verano también celebramos otro, que se celebrará el día 26 de este mes de noviembre, entre las once de la mañana y las dos de la tarde.
¿Qué se puede ver en ese mercadillo?
-Son trabajos realizados por los propios alumnos: muñecos, manualidades? Todos realizados en clase. También se programan talleres durante el día, como los de talos, danza y manualidades de la edición anterior de verano, y música. Pero, además, es una oportunidad para que quienes nos visiten puedan entrar en las aulas, ver cómo son, charlar con los alumnos y profesores y, en general, conocernos un poco mejor.
¿Qué otras actividades se han desarrollado con carácter extraescolar?
-Pues ha habido un coro, actividades de danza o de gimnasia y hasta talleres de manualidades.
¿Qué formato de escuela tiene Geroa Eskola?
-Es un centro concertado, con unos costes de matrícula, mensualidades, autobús o comedor muy similares a los de otros centros concertados que hay en Vitoria.
¿Qué ciclos que imparten en Trokoniz?
-Como en otros lugares, Infantil, Primaria y Secundaria. Aquí pueden estar estudiando hasta los 17 años.
¿Es diferente el método pedagógico en cada ciclo?
-Sí, porque nosotros entendemos la educación, además de lo comentado anteriormente sobre la base de pensar, sentir y voluntad, que en nuestro sistema es muy importante tener en cuenta en qué etapa evolutiva se encuentra el niño. En la pedagogía Waldorf se tienen muy en cuenta los septenios, es decir: de cero a siete años, que sería una etapa; de siete a catorce, otra, y de catorce a veintiuno, otra. ¿Qué ocurre en esta comunidad autónoma y en España en general? Pues que los niños vienen a primero de Primaria con cinco años y desde nuestro punto de vista debía ser desde los siete. Y como no se puede cambiar, pues lo asumimos. En esas etapas el currículo está marcado qué es lo conveniente para cada edad.
¿Se aprecia en la edad adulta que esas personas han sido formadas por el sistema Waldorf?
-Lo que remarcaría es que los alumnos que terminan sus estudios en el centro se han ido con unos valores que para nosotros son muy importantes. Valores de tener voluntad, trabajar, hacer las cosas bonitas, hacerlas bellas, hacer el bien, tener respeto, empatía. Alumnos que se han marchado de aquí, porque ya les ha tocado el momento de acceder a otros estudios, siguen manteniendo relación con nosotros, acuden a los mercadillos y otras actividades y cuando les preguntamos qué tal les va la vida nos dicen que lo que más les cuesta es adaptarse a los exámenes, porque nosotros no tenemos, aunque en Secundaria sí se hacen algunos y así aprenden lo que es. Pero para lo que es estudiar, aunque sea con un procedimiento diferente, están preparados para adaptarse porque tienen mucha voluntad y han trabajado mucho en Geroa Eskola.
¿Y en su relación con otros profesores y compañeros de clase en otros centros?
-Les llama la atención que aquí los niños están acostumbrados a preguntar, preguntan mucho, porque con nuestra pedagogía sienten mucha curiosidad por las cosas y preguntan sin ninguna vergüenza, como algo natural. Por eso, cuando estudian fuera, les llama la atención que cuando el profesor pregunta algo a la clase son nuestros alumnos los que levantan la mano para contestar. A los demás compañeros los ven como retraídos, como con miedo. Algunos alumnos nos han comentado eso y nos ha parecido curioso
¿Cuántos profesores están en la escuela?
-Alrededor de 18 o 20 profesores.
¿Se requiere alguna capacidad o condiciones especiales para poder trabajar con esta pedagogía?
-Una indispensable, que es tener el título de Magisterio y posteriormente, aquí, la pedagogía Waldorf necesita de una preparación y por esa razón, los profesores que estamos aquí hacemos la formación Waldorf, específica para poder desarrollar nuestro proyecto.
Rudolf Stenier, el creador de la pedagogía Waldorf, fue un persona de principios del siglo pasado, ¿sigue vigente su proyecto con lo que ha llovido desde entonces?
-Claro que sí, pero también somos conscientes de que los tiempos van cambiando y hay que adaptarse. Pero lo que es la base de mantiene vigente y a veces lees textos de Rudolf Stenier y te quedas pensando que parece que este hombre está aquí, ahora mismo, porque lo que cuenta es una realidad.
¿Cómo es el perfil de los padres que optan por educar a sus hijos con este sistema?
-Hay de todo, como en todos los sitios, pero en general la implicación de los padres es extraordinaria. Nosotros en Geroa Eskola tenemos muchas comisiones y siempre tiramos de los padres, les pedimos ayuda y siempre están ahí para lo que sea. Muchas cosas no las hubiéramos podido hacer sin la implicación de los padres de los alumnos, a todos los niveles, tanto económico, de trabajo o de colaboración en actividades. En general, son personas muy comprometidas con la educación de sus hijos.
Y en Trokoniz, ¿cómo han visto la llegada de esta escuela?
-Yo creo que ha habido altibajos. En general están contentos, pero también es verdad que tienen puntos de vista diferentes en algunas cosas y nosotros otras. Sobre todo a raíz de la edificación del nuevo centro. Hasta el año pasado estábamos en unos módulos y al hacer el edificio necesitas permisos, terrenos? Hemos intentado también que el tráfico fuera el menor posible y por eso no entramos por la primera entrada, sino que entramos por un camino hecho exprofeso para ello. El autobús sí que entra por la carretera primera, pero los turismos los desviamos por el camino. Intentamos hacer el menor impacto en todos los sentidos al pueblo.