vitoria - Manu Arakama, de Gasteiz Txiki, tampoco está satisfecho con la manera en que el Ayuntamiento ha intervenido en el último desalojo de Santo Domingo y reclama “más sensibilidad” por parte de los responsables municipales. En un reciente informe realizado por la asociación vecinal sobre la situación actual de esta calle del Casco Viejo, se informa al Consistorio de que el abandono de pisos y edificios enteros, unido al “aumento progresivo de la conflictividad” en la zona urge a que el Ayuntamiento adopte medidas de todo tipo.

Dentro del apartado urbanístico, el documento refiere inmuebles “ en un estado lamentable, con graves problemas estructurales”. Habla de tejados en ruinas, vigas podridas, escaleras impracticables, ratas, cañerías y desagües rotos... Problemas que se suman al abandono de numerosas lonjas, que acaban convirtiéndose en un sumidero de humedad y suciedad, con lo que el armazón de madera que las conforma se degrada y acaba por afectar a la integridad de los edificios.

La agrupación vecinal reclama al Ayuntamiento que intervenga urgentemente en la resolución de los problemas higiénico sanitarios de las lonjas, así como en el estado de las estructuras de los inmuebles de la calle. Pero no es lo único que demanda. Aluden a conflictos de índole social que también requieren de medidas municipales. La confluencia de personas de diferentes razas, culturas y costumbres da lugar a “situaciones conflictivas” que se ven agudizadas por la escasez de recursos económicos.

Aseguran que el tráfico de drogas “es constante en esta calle” y que “se practica, según los vecinos, con total impunidad”. Como consecuencia de ello, afirman que “muchas personas mayores que viven solas se sienten indefensas”.

También recuerdan la llegada de “familias conflictivas” tras el derribo de las viviendas de la Avenida de Los Huetos, en velada referencia a los integrantes del clan de los bartolos. Señala que su asentamiento en esta calle “no ha hecho sino empeorar la ya difícil situación de los vecinos y de los escasos comerciantes que sobreviven como pueden”. Sostiene el informe que las peleas, las broncas, los gritos y las amenazas “son una constante en el día a día de esta calle, haciendo la vida insoportable y obligando a algunos vecinos a tirar la toalla y marcharse”.

Por todo ello, Gasteiz Txiki junto a una asamblea de vecinos y comerciantes de la calle Santo Domingo han reclamado al Ayuntamiento un plan de acción específico por parte de los servicios sociales. Un programa que incluya la escolarización de menores y su seguimiento, así como la asistencia a las personas mayores que se encuentren en situación de pobreza energética o que, simplemente, se sientan indefensos. Además, reclaman la revisión de las cédulas de habitabilidad, que se pidan responsabilidades a los propietarios que se han desentendido de sus obligaciones y que se incremente la vigilancia policial en esta pequeña pero problemática vía. - A.B.