gasteiz - La formación en autodefensa feminista que Maitena Monroy imparte en Vitoria ha vuelto con el inicio del nuevo curso. El centro cívico Judimendi acogió el pasado fin de semana una primera sesión a la que acudieron 20 mujeres, que volvieron a colgar el cartel de completo. El siguiente, también ya sin plazas, será en noviembre.
¿En qué medida ayudan sus cursos de autodefensa feminista a las mujeres? En alguna ocasión, ha remarcado que no se trata sólo de defenderse ante ataques físicos.
-Sí. Tenemos un abordaje metodológico en el que planteamos dos áreas de trabajo: Una más teórica-psicológica y de análisis, en la que planteamos que la autodefensa no es sólo responder ante un ataque sino una herramienta de empoderamiento para las mujeres, y otra práctica. La primera es la más importante. Se hace un trabajo de sensibilización y prevención frente a la violencia, identificándola desde el inicio y no esperando a que se manifieste en sus formas más salvajes. Y también, sobre cuáles son las normas de género. Dejar claro que la desigualdad no tiene nada que ver con ser diferentes, sino que es una cuestión política, de vulneración de derechos.
¿Calcula a cuántas mujeres ha formado en esta materia?
-Habrán sido unas 25.000 en todo el mundo, más de 3.000 aquí en Vitoria.
Y este curso seguirá sumando más.
-Sí, el pasado fin de semana di el primer curso en Judimendi, con 20 mujeres, y en noviembre daré el segundo, que ya está completo, a otras 20. Aparte, en las próximas semanas daré cursos en Tolosa, Durango y otros a nivel internacional.
¿Entre unos países y otros observa muchas diferencias respecto a cómo se manifiesta la violencia machista?
-Tiene muchos lugares comunes, porque toda la violencia machista, ideológicamente, parte del mismo lugar. Otra cosa es la expresión de esa violencia o la impunidad de los agresores. Las diferencias más importantes están en los niveles de crueldad y de intensidad de la violencia, pero sobre todo y la más grave es la impunidad. Porque en la medida en que los agresores se sienten impunes, al no haber respuesta social ni institucional, no van a parar. - C.M.O.