vitoria - A mediados del pasado abril, los integrantes de la familia Manzanares Cortés, más conocidos como los pichis, visitaron el Centro Municipal de Acogida Social, CMAS, de Vitoria para observar las instalaciones que habrían de convertirse en su hogar provisional tras su precipitada salida de Abetxuko y a la espera de conseguir una vivienda social de Alokabide. Ayer, cinco meses después, el Ayuntamiento de Vitoria celebró una reunión interna para evaluar la conflictiva situación del colectivo en el centro, que, entre otras situaciones, ha vivido episodios de presuntas agresiones a un usuario y de enfrentamientos con los trabajadores. Según ha podido confirmar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la estancia de la familia en el CMAS podría concluir en breve debido a que han avanzado muchos puestos dentro de la lista de solicitantes de la Sociedad Pública de Alquiler de Vivienda Protegida y ya se encuentran próximos a obtener el domicilio social que, de acuerdo con la normativa vigente, les corresponde por derecho. Las especulaciones sobre el posible destino de la familia no han parado de circular por la ciudad desde hace semanas y aunque Alokabide dispone de pisos en todos los barrios de Vitoria, incluido el centro de la ciudad, lo más probable es que se les adjudique una vivienda en Salburua o en Zabalgana, dentro de una de las promociones de reciente ejecución.
A la espera de que llegue el momento de dejar el CMAS, los trabajadores sociales del centro han remitido en diferentes ocasiones a sus representantes sindicales que la convivencia con los Manzanares Cortés es muy problemática. Al parecer, los cruces de acusaciones, las descalificaciones personales y la posición de dominio que ejerce la familia han provocado una situación de tensión continua que ha derivado incluso en bajas laborales. De hecho, existe constancia de que la Policía Local ha acudido al centro en diversas ocasiones por incidentes relacionados con los pichis.
Consultados por este diario, los portavoces del equipo de gobierno municipal se limitaron a constatar que ayer se produjo una reunión de seguimiento en la que participaron los diferentes grupos políticos municipales, aunque no quisieron revelar los detalles de lo tratado. Únicamente indicaron que los responsables municipales llevan a cabo encuentros periódicos para informarse acerca de la situación de la familia en el CMAS y dentro de las listas de adjudicación de viviendas sociales que gestiona el Gobierno Vasco.