Vitoria - El edificio residencial de Paseo de la Ilíada número 10 de Vitoria apenas tiene tres años de vida, pero, como denuncia una de sus residentes, por dentro esta comunidad de pisos de alquiler social está peor cuidada que el portal más viejo de Vitoria. La culpa de ello, como alega esta vecina, que por cuestiones de seguridad prefiere que no aparezca reflejada su identidad, la tienen los “continuos” actos vandálicos en las zonas comunes de sus 167 viviendas que empezaron a producirse desde “el minuto cero” en el que puso un pie en este portal. Cuando ni se imaginaba dónde se metía porque, como dice, “Alokabide (sociedad pública dependiente del Gobierno Vasco para el desarrollo de vivienda protegida en régimen de alquiler) no te deja ver el piso hasta que pagas la fianza, así que vas a ciegas”. Eso, en concreto, fue “entre finales de julio o agosto de 2016 y ya envié un burofax diciendo que iba a entregar las llaves de mi casa al ver el pasamanos de hierro de la entrada arrancado, que la puerta de la zona de los buzones estaba reventada y carteles en los que aparecía Tirad la basura al basurero”.
Sin embargo, su realojo fue imposible. “Me penalizarían si me voy (este tipo de contratos de arrendamientos suele tener una vigencia de tres años)”, detalla. No obstante, desde Alokabide, tras conocer su situación más a fondo, no descartan hacer planes de intervención comunitaria en este edificio con el fin de atajar las molestias que sufre porque, como ella la califica, “es un infierno. Vivo rodeada de salvajes. Entiendo las molestias de ruidos o música, por gente que viene de otros países o que, por ignorancia o choque cultural, no sepan convivir aunque esto va más allá”, añade esta señora, quien este mismo miércoles acudió a la Policía Local con la intención de denunciar estos hechos. Otra cosa que fue también imposible. “Cuando les conté lo que me pasa, me dijeron que lo comprendían, pero que no pueden coger la denuncia porque el vandalismo es en zonas comunes y el que tiene que ponerla es Alokabide o el administrador de fincas. Lo que sí que puedo hacer es ir al Juzgado de lo Social, que lo haré en cuanto tenga la respuesta de Alokabide”, vaticina como próxima actuación.
De momento, en estas oficinas “me han dicho que el realojo es imposible, pero conozco de gente que sí que se ha podido ir de allí, como una mamá que lo logró porque su niño vio cómo apuñalaban a una persona dentro del edificio”. De hecho, esta vecina asegura que la conflictividad en el edificio no le es ajena, ni a la persona encargada de la administración de su comunidad, “que ha puesto denuncias en todos los sitios, aunque no le han hecho caso” o la persona que le llega el seguro de su piso, quien , como recuerda, le dijo: ¡Ay!, ¿dónde te has metido?”.
“Viven en camarotes” La última de las reclamaciones que allí se ha interpuesto tiene que ver “con que haya gente viviendo en los camarotes. Subes ahí y huele a comida, como si estuvieras de camping, aunque no tienen salida de humos para poder cocinar. Me da miedo ir a los trasteros y al garaje, donde hay basura y ocupan las plazas que quieren, como la mía. Hay hasta un taller clandestino que también está denunciado”, precisa. Además, como lamenta, los problemas siguen en el resto de zonas comunes de este joven inmueble. Hasta el miércoles de esta semana la cerradura del portal “otra vez” estaba reventada y “podía entrar todo el que quisiera”, las paredes del portal están manchadas, la puerta de la zona de los buzones está reventada y los cajetines del cuadro de electricidad de la primera planta rotos, “con los cables al aire, con lo peligroso que es eso”.
Por eso, afirma estar harta de la convivencia en este bloque de Vitoria. “Decidí desde abril pagar mis recibos porque éstos incluyen los gastos de comunidad y viendo que se incumple todo, desde limpieza a destrozos continuos, no voy a hacerlo. Cuando me reubiquen, pagaré todo”, advierte. Aunque, eso sí, al menos, ha encontrado el apoyo de otros vecinos que, como ella, dicen sufrir los constantes desperfectos en este edificio gasteiztarra y que también dicen llevarse las manos a la cabeza cada vez que vez cómo quedan al aire, por ejemplo, los cables de alta tensión cuando rompen la puerta que los cubre. “Entiendo que haya diferencias por vivir en este tipo de precios, que tienen estas condiciones de alquiler, pero esto es demasiado”, concluye esta afectada.
El edificio. El inmueble de la polémica se ubica en el Paseo de la Ilíada número 10 en el barrio de Salburua. Se trata de un bloque de pisos destinados al alquiler social y propiedad de Alokabide, la sociedad pública del Gobierno Vasco encargada de gestionar el parque de viviendas de alquiler de protección oficial.
Los desperfectos. En el relato del actual estado de la comunidad, la inquilina resalta la lista de actos vandálicos: pasamanos de hierro de la entrada arrancado, puerta reventada en la zona de los buzones, puerta rota en la zona de los cajetines de electricidad de la primera planta y con los cables al aire, paredes del portal manchadas, basura en las plazas del garaje.
Residentes en los camarotes. La última de las denuncias efectuadas por la vecina se centra en la presencia de gente viviendo en la zona de los trasteros. “Subes y huele a comida, como si estuvieras de camping, aunque es una zona que no tiene salida de humos”.
La inquilina que padece este rosario de incomodidades ha relatado, desde el anonimato para no ser identificada, a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la situación de su día a día.
“Desde abril decidí pagarlos porque incluyen los gastos de comunidad, pero viendo que todo se incumple y los continuos destrozos, no voy a hacerlo. Cuando me reubiquen pagaré todo”.
167
Viviendas. La comunidad en la que se producen los actos vandálicos la componen un total de 167 viviendas que padecen todo tipo de desperfectos por el comportamiento de alguno de los residentes.