navaridas - Un agricultor de Navaridas podrá comenzar en unos días a construir un pabellón agrícola, donde guardará el tractor con el que trabaja sus viñedos, tras tener que aguardar casi cuatro años para poder contar con los permisos del Gobierno Vasco y de la Diputación de Álava, así como con los trámites municipales de los que sólo falta la licencia de obras, que será expedida en pocos días, según ha confirmado el alcalde.
Este agricultor necesitaba construir una lonja o pabellón donde poder guardar sus herramientas de trabajo y, nada mejor que hacerlo, ya que no disponía de suelo urbano, que edificarlo en la zona donde se encuentran los cerca de 30.000 metros cuadrados de viñedos de su propiedad, entre ellos una parcela de 8.551 metros cuadrados en un término cercano a la laguna de Navaridas, aunque lejos de su área de protección, que está plantada de viñas.
Con esta idea se dirigió al Ayuntamiento y solicitó el correspondiente permiso para construir un pabellón de 112 metros cuadrados. El problema es que su pabellón, a efectos legales, tiene la misma consideración que una bodega de cosechero, aunque él había comunicado que no pensaba instalar ningún servicio, ni de abastecimiento o residuales de agua, ni electricidad.
Y como la normativa es para todos, tuvo que plantear un Plan Parcial, una modificación urbanística en el Ayuntamiento y someterse a un largo proceso en el que el promotor presentó el proyecto en el Ayuntamiento, que lo remitió a la Diputación. Desde allí, concretamente desde Urbanismo y Medio Ambiente, pasó al promotor el proyecto con las mejoras a realizar en 15 días.
Tras este paso, el promotor lo devolvió con la incorporación de la documentación o elementos que completaban el proyecto inicial. A continuación, se expuso públicamente el proyecto durante un mes. Transcurrido ese plazo se inició un estudio ambiental con un plazo para su resolución de dos meses y, posteriormente, se volvió a exponer públicamente. Pasado ese tiempo y una vez resuelto por la Diputación, se remitió al promotor y a aquellos que pudieran ser interesados y se dio un plazo de 45 días para esperar reclamaciones.
De nuevo transcurrido este paso se remitieron a la Diputación las respuestas solicitadas anteriormente, junto con el estudio medioambiental y se dieron 15 días para completarlo. En este tiempo tuvo que plantar los árboles que le reclamó la institución foral y aguardar un informe del Ministerio de Fomento en el que se certificaba que no había ningún proyecto de línea de tren de alta velocidad cerca de la parcela.
Con estos requerimientos cumplidos, el Ayuntamiento ordenó la publicación en el BOTHA de la declaración ambiental estratégica recibida de la institución foral y de abrió un nuevo plazo de exposición de otros dos meses.
Finalizado, le tocó el turno al Ayuntamiento, que acordó la aprobación provisional en el Pleno ordinario y, a continuación, se remitió al Gobierno Vasco la declaración ambiental estratégica y la integración de la mejora en este documento. El ejecutivo revisó el expediente y le dio el visto bueno y, de nuevo, lo envió a la Diputación para aprobarlo definitivamente, pero sólo para la afección medioambiental. La obra del pabellón de 112 metros cuadrados debió volver a pasar otra exposición pública y, tras la correspondiente aprobación, se publicó en el BOTHA de ayer y se envió al Ayuntamiento de Navaridas para poder conceder la licencia de obras definitiva, que será extendida en los próximos días, según ratifica el alcalde.