vitoria - Cuando queda un 10% para finalizar la campaña de cosecha de cereal en Álava, la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Euskadi señala que el volumen almacenado se puede calificar como “normal, con unos rendimientos medios algo cortos”. En trigo y cebada, del entorno de los 5.500 kilos por hectárea y en avena de 4.000 kilos por hectárea. Los expertos apuntan que la producción ha sido irregular, básicamente motivada por las inclemencias del tiempo, el tipo de tierra y las diversas zonas de Álava.
En lo relativo al clima, destacan este año la sequía en invierno, las heladas en primavera, las fuertes olas de calor en mayo y junio, y el viento en algunas zonas. Señalan que “las lluvias en plena cosecha no han ayudado”, sobre todo a la cebada temprana.
Durante el invierno no llovió y sólo lo hizo en primavera, cuando estaba la planta ya muy adelantada. A ello se unieron las heladas de finales de abril, que castigaron a las espigas en flor. Las olas de calor han perjudicado al cereal, con una fuerte incidencia en Rioja Alavesa o el entorno del Ebro alavés, y especialmente en las fincas arenosas o de cascajo. El fuerte viento habido también ha producido daño, con una gran repercusión en la avena. Junto a todo lo anterior, la cosecha tampoco ha acompañado. “Las lluvias rebajan el peso específico y consecuentemente la calidad. Con respecto al precio, se está notando una fuerte mejoría, motivada por la influencia de la situación del cereal a nivel mundial”, indican.
Los portavoces de la Federación recordaron que “el año pasado hubo una gran cosecha, que sitúa a la presente en 44.000 toneladas menos en trigo, 12.000 menos en cebada o 18.000 menos en avena”. Una situación que contrasta con los cultivos tardíos, como remolacha, patata o maíz, que se encuentran en una excelente situación, “consecuencia, también, de que las inclemencias climatológicas no les han afectado por su reciente siembra”.
En términos generales, los agricultores de las cooperativas cerealistas, que en conjunto recolectan el 90% del cereal de Álava, muestran su satisfacción por la cosecha, especialmente porque consideraban que iba a ser un mal año a causa del clima. Así mismo, de cara a futuros ejercicios, pronostican el mantenimiento de las producciones cerealistas, la desaparición de los cultivos medioambientales por aspectos legislativos y un fuerte aumento de las tierras en barbecho. - DNA