vitoria - “La asamblea de trabajadores será la que decida los pasos a seguir, pero no es descartable que la huelga se alargue más allá del próximo 31 de julio si no se producen avances en las negociaciones.”. El representante de los trabajadores y liberado del sindicato LAB, Bittor González, aprovechó la jornada de protesta de ayer para lanzar una advertencia a la patronal y a las instituciones alavesas ante la ausencia de avances en las negociaciones, totalmente estancadas desde la semana pasada, y abrió la puerta a la posibilidad de que el plante de los trabajadores de actividades deportivas de Álava se extienda al mes de agosto. “Si hoy mismo nos llaman las empresas, nos sentamos y si llegásemos a un acuerdo, la huelga se desconvoca, pero por el momento no hemos recibido ninguna llamada”, explicó.

Tras él, un nutrido grupo de socorristas, monitores, cancheros y vigilantes de las instalaciones deportivas públicas convertían la Plaza España en una improvisada playa, extendiendo sus toallas, calándose los gorros de baño, colocando las sombrillas y gritando consignas en favor de un convenio digno junto al resto de sus compañeros, parapetados tras la pancarta que ya lucieran el día anterior en la Virgen Blanca. El colectivo ha decidido trasladar sus protestas a partir de ahora a este escenario, más cercano al Consistorio. Su estrategia y su puesta en escena tratarán de huir de lo convencional y, por ejemplo, esta tarde los participantes en la huelga realizarán una clase de aeróbic al aire libre en plena celebración del Día del Blusa.

“Tenemos la mano tendida y estamos dispuestos a sentarnos desde ya mismo. Ellos sabrán cuándo nos quieren llamar, pero mientras no llamen, los trabajadores seguirán con la huelga”, insistió González.

Los dardos del portavoz sindical se dirigieron principalmente a los representantes de la patronal, ya que del Ayuntamiento esperan “una labor mediadora”. “Consideramos importante su implicación en el conflicto porque el servicio es público y ellos son los que lo sacan a concurso. Lo dejan en manos de empresas privadas y miran para otro lado, se lavan las manos en caso de conflicto. Eso tiene que cambiar. El Ayuntamiento tiene mucha responsabilidad y ya es hora de que nos hagan caso”.

En cuanto a los perjudicados por el devenir del desencuentro laboral, los usuarios de las instalaciones deportivas municipales, González lamentó que no vayan a poder disfrutar de las piscinas y pantanos, sobre todo a partir del jueves cuando, de acuerdo con las previsiones meteorológicas, el calor regresa con fuerza al territorio. “Hemos ido informando a la gente que se acercaba a las piscinas y, a pesar de la sorpresa inicial, al final la mayoría entendía la difícil situación que viven los trabajadores y comprendía que el Ayuntamiento tiene parte de culpa”.

seguimiento masivo La asamblea de trabajadores volvió a reunirse el domingo por la tarde y decidió acudir a Llodio, Amurrio, Agurain, así como a localidades de Montaña Alavesa y Rioja Alavesa en las que existen infraestructuras deportivas, para informar acerca de la huelga.

Los responsables del Ayuntamiento de Vitoria, por su parte, volvieron a colgar ayer el cartel de cerrado en las piletas públicas. A través de un comunicado, confirmaron que el seguimiento masivo de las protestas mantendría cerradas las piscinas de Gamarra y Mendizorroza, así como las de los centros cívicos de Aldabe, Lakua, Judimendi y San Andrés; los frontones de Lakua, Astrónomos, Abetxuko, Zaramaga y Adurza; y los rocódromos de Hegoalde y Ariznabarra. Tras lamentar las molestias ocasionadas, anunciaron que seguirán informando de la evolución del conflicto en los próximos días.

Para ilustrar el alcance de su precariedad, González explicó que, con el precio por hora fijado actualmente, los trabajadores cobran en torno a los 700 euros mensuales y que su aspiración consiste en llegar a mileuristas rasos. Además, dado que muchos de ellos están obligados a responder a cualquier emergencia, quieren que se les pague la disponibilidad y que el tiempo invertido en ir de una instalación a otra por petición de sus superiores sea tenido en cuenta como parte de su jornada de trabajo.