Ayala - Comenzaron el pasado jueves inmortalizando con un dron la bajada de un rebaño de ovejas de Sierra Salvada para poder esquilarlas dentro del establo. Y continuaron ayer lunes en la zona de Ponata grabando los pormenores de cómo pasa la noche uno de los pocos pastores que, pese a lo avanzado de su edad, siguen subiendo con su rebaño a las cimas de esta sierra -ubicada entre Álava, Bizkaia y el burgalés Valle de Losa- a fin de aprovechar sus pastos durante los meses de climatología menos adversa. Hoy martes tocará en el área de cabañas pastoriles de Kobata reunirse con otros cuatro valientes adalides de esta ancestral profesión para compartir comida y confidencias; y en los siguientes, se tratará la elaboración de queso, el tema del lobo y similares.
Éste es parte del plan de rodaje que seguirá esta semana el equipo técnico que, dirigido por el escritor y guionista José Luis Urrutia, pretende dar forma al documental Trasterminancia. Los últimos pastores de Sierra Salvada. Un trabajo audiovisual con el que se quiere abarcar todo un año del trabajo cíclico y sin descanso que conlleva este milenario oficio “desde el enfoque de que está desapareciendo, ya que en la zona vizcaína sólo queda un pastor y tiene ya 90 años, y en la alavesa ocho o nueve, y todos ellos con más de 60”, confiesa Urrutia.
Las cifras no son inventadas, sino fruto del completo trabajo de investigación sobre el pastoreo en Sierra Salvada que lleva años realizando la asociación Salvagoro, a la cual pertenece Enrique Arberas. El biólogo ayalés contactó con Urrutia “hace ya más de un año” para sacar adelante este proyecto. Estos, junto a otros expertos en el mundo del pastoreo y los propios pastores de este entorno y sus familias, serán los protagonistas de esta cinta. “Hemos contactado con el etnógrafo donostiarra Fermín Leizaola; con el director de la Escuela de Pastores de Oñati Batis Otaegi; con el escultor ayalés Luis Padura; con el historiador ayalés que dirige la excavación en el yacimiento romano de Elexazar, Juanjo Hidalgo; con la ingeniera técnico forestal de Ayala Inés Latorre; así como con pastores y queseros como la ayalesa Lurdes Menoyo. También queremos traer al asturiano experto en pastoreo Jaime Izquierdo, aunque será Enrique, como biólogo y amante de esta sierra, quien llevará la función de producción de campo”, informa Urrutia.
Equipo técnico A él le ha tocado la labor de guión y dirección, aunque la producción general estará a cargo de Txarly Marqués, de la productora JYT Kreatibos. Mientras que Karlos Trijueke, de la productora TAOM, junto a técnicos de sonido, cámaras y pertiguistas, se encargará de la parte técnica y de edición; y Santi Yaniz (La mirada mágica), de la foto fija y las imágenes vía dron, tales como “la subida masiva de las ovejas a la sierra que tenemos previsto captar en dos días de agosto”, adelanta Urrutia.
Una vez se terminen de recoger todas las grabaciones y testimonios, será el propio autor de la saga de El Ayalés quien se enfrente a la ardua tarea de montaje. “Sería bonito poder tenerlo terminado para el Artzain Eguna de Amurrio, pero calculo que no estará culminado hasta finales de septiembre, con lanzamiento previsto para el próximo otoño”, subraya Urrutia.
El documental, que tendrá una duración aproximada de cincuenta minutos, ha podido llevarse a cabo gracias a la financiación aportada por la asociación Salvagoro, la Fundación Vital y la Asociación de Perros Pastor de Álava ARATE, aparte de otras entidades privadas. “Hemos solicitado ayuda a ayuntamientos de la zona, como a los de Amurrio, Orduña y Ayala. Este último nos ha confirmado que nos la va a dar, pero no la cantidad”, informa Urrutia, que no quiere pasar por alto que “durante todos los días de rodaje el equipo va a comer gracias a Supermercados Berriak y Cárnicas Burutxaga que, en vez de con dinero, han colaborado con todos los alimentos que necesitemos, que no sé qué tendrá más valor”, agradecen.
Este documental no es sino la plasmación en imágenes y sonido de la cada vez menor actividad pastoril en Sierra Salvada sobre la que viene advirtiendo la asociación Salvagoro desde su creación en 2008. “Si en 1982 había registrados 35 pastores con 7.070 ovejas con derecho a pasto en la zona alavesa de la sierra, hoy sólo quedan 12 con 4.502 cabezas repartidas en seis rebaños, aunque en realidad sólo suben a las cumbres ocho pastores”, explicaba ya hace dos años a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el propio Arberas, uno de los veinte integrantes de la asociación de promoción cultural Salvagoro, constituida con el objetivo de fomentar el conocimiento, conservación y divulgación de los valores ambientales, culturales, etnográficos y sociales de Sierra Salvada.
No en vano, ya con antelación editaron Pastoreo en Sierra Salvada. Un libro que, tras casi tres años de trabajo de investigación, vio la luz para dar a conocer la máxima información referente a la actividad del pastoreo tradicional con oveja latxa que se ha desarrollado históricamente en Sierra Salvada.
Una realidad incuestionable. “Nuestro trabajo se ha centrado en 2.002 hectáreas de terreno de Sierra Salvada, de las que 1.879 corresponden a Álava y el resto a Bizkaia”, explica Arberas, que estima que “estamos perdiendo siete pastores por década y lo triste es que va a seguir así, porque hay una falta de relevo generacional alarmante”.
Falta de relevo. Los censos lo atestiguan, ya que en 1996 había 22 pastores inscritos; en 2000, 19; y hace siete años, 15.
Rentabilidad económica. Otros motivos de la decadencia del pastoreo son “la pérdida de la rentabilidad económica, la interferencia con el lobo y el buitre, el aumento de la burocracia, la pérdida de la calidad de vida y la dificultad de mejorar las infraestructuras”, enumera el colectivo.
Esperanza. Con todo, desde Salvagoro consideran que aún no se han perdido todas las posibilidades de mantener esta profesión en las cumbres de Sierra Salvada, con todos los beneficios en materia de biodiversidad que tienen los rebaños en libertad. Se espera que el documental que estos días se graba en las cumbres de esta sierra ayude en ese empeño.