AMURRIO - La puerta del teatro municipal de Amurrio vivió a las 17.30 horas de ayer sábado una actividad un tanto inusitada. No es que la gente estuviera haciendo cola para acceder a algún espectáculo u otra actividad, sino organizándose para repartirse en coches y acceder, por la carretera de Orduña y Uzkiano, a la zona de las antenas de Telefonía de la cima de Txibiarte donde, 80 años después de la Guerra Civil española, aún quedan restos de trincheras de la contienda.
Tampoco se trataba de una visita guiada a los fortines de guerra que ha rescatado el equipo de investigadores de la UPV/EHU que ha llevado a cabo, hasta el momento, dos campañas de excavación arqueológica en el cercano monte San Pedro de Beratza -en la confluencia de Amurrio, Orduña, Lezama y Aloria-, sino de un homenaje a todos los gudaris y milicianos y el resto de personas que murieron en este frente, personificado en una despedida a uno de los soldados más ilustres que combatió en este sitio en diciembre del año 1936: Baltasar Delgado.
Un miliciano de Ugao-Miraballes, más conocido como Tarín, que falleció a los 99 años de edad en la residencia Arbildu de Zeberio el pasado jueves 22 de junio. “Baltasar no tuvo funeral y este sencillo acto, en el lugar que luchó por las libertades, ha intentado suplir ese vacío. Ha resultado emotivo, además, por el significado geográfico y emocional para nosotros, habida cuenta que Tarín era un buen confesor de nuestra asociación y amigo de todos nosotros, al que en vida ya le hicimos dos homenajes. Este último se lo debíamos”, explicó Iñaki García Uribe, de la asociación Burdin Hesia Ugaon que, junto a la asociación de recreación histórica Frentes de Euzkadi, organizó esta cita.
Precisamente, el presidente de esta última, Ritxi Zárate Casado, expone los motivos que les han llevado a escoger esta área montañosa para realizar el homenaje. “Fue la zona donde Baltasar fue herido por un fragmento de metralla que le fracturó la mandíbula, y fue también donde muchos de sus compañeros del batallón socialista González Peña causaron baja: Hubo 20 muertos, 140 heridos y otros muchos que enfermarían después superando las 200 bajas, lo que representaría casi un tercio del total de sus efectivos humanos. Sirva este homenaje también para acordarnos de todos los compañeros de batallón de Baltasar, así como los gudaris y milicianos de otras unidades que allí combatieron en esos días”, subraya Zárate.
Estos combates se enmarcaron dentro de la primera gran ofensiva que el recién creado Cuerpo de Ejército de Euzkadi tuvo el encargo de realizar sobre Vitoria y que con una maniobra coordinada con el Cuerpo de Ejército Santander tratarían de tomar finalmente Miranda de Ebro para cortar este importante nudo ferroviario para el ejército franquista, y por otra parte para liberar de presión a la entonces asediada Madrid. “La actuación del Batallón UGT-PSOE Nº3 González Peña, en el que fue encuadrado Baltasar, dentro de esta gran ofensiva vasco-republicana, resultó la primera y última en Euzkadi por acabar en un gran fracaso, puesto que el avance nunca pasaría de la localidad alavesa que daría nombre a la mítica batalla de Villarreal (Legutiano)”, intenta situarnos Zárate.
Al homenaje de ayer estuvieron invitados los alcaldes de los tres municipios que marcaron la vida de Baltasar Delgado. “Ekaitz, de Ugao, por ser su municipio de nacimiento. Karlos, de Zeberio, por ser el pueblo donde vivió sus últimos años y falleció. Y Josune, de Amurrio, por ser el sitio donde cayó herido nuestro miliciano y le hacemos el homenaje”, apuntaron los organizadores. Entre otros representantes, tampoco quiso perderse la cita el representante de la Junta Administrativa de Lezama, Prudencio Larrazabal.
invitado estrella Con todo, el invitado estrella fue sin duda Mateo Valbuena. Se trata de otro de los combatientes que lograron sobrevivir a los encarnecidos combates que se libraron en este frente y que aún hoy día, con sus 104 años, sigue contribuyendo con sus escritos y memorias a que no se olvide este capítulo del pasado. No en vano, este comunista leonés que se quedó a vivir en un caserío del mismo Lezama y fue profesor en Basauri organizó el Batallón Leandro Carro del Ejército de Euzkadi en Amurrio, contribuyó a la conquista del monte de San Pedro y combatió en estas cimas hasta la retirada inevitable, por lo que no es de extrañar que quisiera estar presente en la despedida a Tarín.
Al homenaje tampoco faltaron vecinos y amigos de toda una vida, en la que Baltasar llegó a ejercer de albañil, electricista y hasta mecánico. Con todo, su gran pasión fue la música y durante muchos años tocó la batería en la Orquesta Nervión, con la que recorrió las principales fiestas del entorno. Una de las perdidas que le trajo la guerra, compañeros y amigos a parte, fue la del euskera. Un idioma que, según confesaba en vida, “hablaba cuando era pequeño, pero que dejé de utilizar por miedo a los fascistas”. Tarín además fue el año pasado uno de los protagonistas de la exposición Azken Batailoia (el último batallón), impulsada por las Juntas Generales de Bizkaia, el periodista vasco-chileno Mauro Saravia e Intxorta Kultur Elkartea. Asimismo, junto al otro gudari vivo de su pueblo, Luis Etxebarria, fue imagen de la última Semana de la Memoria de Ugao. Ayer su despedida en Txibiarte sirvió de homenaje a todas las personas que se dejaron la vida en las trincheras defendiendo las libertades. Una más de los numerosos actos para mantener viva la memoria histórica que en los últimos tiempos se están desarrollando a lo largo y ancho de toda la geografía alavesa.