gasteiz - El chaparrón de agua que caía ayer sobre la capital alavesa a media mañana presagiaba una jornada deslucida, pero en Zabalgana no estaban dispuestos a que unas gotitas de agua acabaran con una celebración que llevaban meses preparando. Provistos de un buen chubasquero y paraguas en mano, cientos de personas se acercaron al barrio del oeste gasteiztarra para mojarse, literal y metafóricamente, a favor de la escuela pública vasca. Dieciocho años después, que se dice pronto, la fiesta, organizada por las asociaciones de madres y padres (Ampas) de Euskadi, retornaba a la capital alavesa para reivindicar una educación pública de calidad bajo el lema “josi ta josi” (coser y coser).
A las 11.00 horas, con presencia de distintos representantes institucionales, asociaciones, partidos y colectivos sociales, la celebración recibió el pistoletazo de salida con un discurso por parte de los organizadores en el que pusieron en valor la importancia de la escuela pública como elemento de cohesión social. “La escuela pública vasca cohesiona la sociedad vasca, y los centros públicos de Vitoria-Gasteiz son un buen ejemplo. Sólo desde lo público se puede lograr un sistema educativo inclusivo y equitativo, y para ello se debe abordar adecuadamente la diversidad, para evitar desequilibrios en escolarización de alumnado con necesidades específicas”, señalaron durante su discurso, justificando el lema elegido.
Aunque la lluvia obligó a suspender algunas actividades, ni los txikis ni sus padres tenían tiempo de aburrirse, ya fuera con Pirritx, Porrotx eta Marimotots, que abarrotaron al mediodía la plaza Labastida, o con los talleres de manualidades. Las amatxos de la Mamiki Batukada aporreaban sus tambores para espantar el agua y lo lograron, pues el diluvio amainó antes de la hora de comer para tranquilidad de asistentes y organizadores, aunque la lluvia iba regresando de forma intermitente.
Para llenar el estómago las opciones iban desde las hamburgueses de Eusko Label, las raciones de paella o la pasta ecológica alavesa, sin perder de vista el cielo los diferentes espacios de la fiesta fueron sumando poco a poco más y más personas en un barrio, el de Zabalgana, elegido este año para organizar la celebración de la escuela pública vasca por ser “un ejemplo de integración sin guetos” en sus centros de Primaria y Secundaria, que cuentan con un total de 1.390 estudiantes. Tanto Ehige, la confederación de padres y madres de la escuela pública vasca, como las Ampas de Zabalgana culminaban así un año de esfuerzos para organizar un recinto dividido en cuatro zonas diferentes. También hubo espacio para la reivindiación laboral, pues los sindicatos Steilas, ELA y LAB portaron una pancarta en la que reclamaban mejoras laborales.
La plaza Labastida ejerció de zona central con la inauguración oficial, la actuación de Pirritx, Porrotx eta Marimotots, la kalejira que animó a los presentes para hacer hambre antes de la hora de comer o una exposición a manos de cinco centros de la capital alavesa. Por la tarde, el recinto acogió música y dantza plazan, entre otras actividades. La segunda zona era la dedicada a Lapuebla de Labarca, y ahí los txikis pudieron disfrutar de un espectáculo de magia a cargo de Imanol Ituño y los talleres de cocina y maquillaje.
lekeitio en 2018 Los asistentes también se acercaron a conocer de cerca el Sáhara en la jaima, donde se podían tatuar las manos con henna y beber una taza de té; los hinchables, que a pesar de la lluvia resistieron, o una animada electrocharanga. Otro de los espacios, el de Salinillas de Buradón, era el lugar indicado para los talleres de equilibrio, percusión y juegos como los de circo, además de las competiciones de sokatira.
Tras 26 ediciones, la celebración en favor de una escuela pública vasca inclusiva fue tocando a su fin. Con una mayoría del alumnado de Gasteiz escolarizado en colegios públicos -cuarenta centros, un total de 19.000 alumnos-, los cuatro del barrio de Zabalgana y sus 1.390 estudiantes -Mariturri, Zabalgana y Aldaialde y el Instituto Zabalgana- despidieron a los asistentes satisfechos por haber logrado reunir, pese a las adversas condiciones climatológicas, a cientos de personas dispuestas a aportar su granito de arena a la lucha de la escuela pública vasca “como eje vertebrador y prioritario del sistema educativo” de Euskadi. El año que viene será la localidad vizcaína de Lekeitio la que tomará el testigo a Gasteiz en la celebración de la fiesta,
Zabalgana. Dividio en cuatro recintos, el barrio gasteiztarra acogió la fiesta en apoyo a la escuela pública vasca en una jornada en la que el chaparrón que cayó a media mañana y la lluvia intermitente que hizo acto de presencia durante todo el día marcó la celebración. Pese a todo, cientos de txikis y sus padres disfrutaron de las actividades programadas.
La presidenta de la federación de asociaciones de padres y madres de la escuela pública vasca, Ehige, Usoa Urbieta, censuró al Gobierno Vasco por permitir que los colegios públicos acojan a la mayor parte del alumnado que llega de otros países, lo que provoca desigualdades entre la escuela pública y los centros concertados.
1.390
Los cuatro centros públicos del barrio de Zabalgana -Mariturri, Zabalgana y Aldaialde y el Instituto Zabalgana- congregan a 1.390 estudiantes. El barrio fue elegido para la celebración este año de la fiesta de la escuela pública vasca por ser “un ejemplo de integración sin guetos”.
