un grito al unísono en favor de una educación “inclusiva, equitativa y de calidad” en todos los rincones del planeta, así como de la promoción de oportunidades de aprendizaje “durante toda la vida para todos y todas”. Fue el que se escuchó ayer en la plaza de la Constitución de Gasteiz de boca de cerca de 200 escolares de quinto de Primaria de los colegios San Viator, San Prudencio y Niño Jesús, que acompañados por profesores, agentes sociales y representantes del Ayuntamiento han querido sumarse a la Campaña Mundial por la Educación.
Una iniciativa impulsada en Euskadi por el colectivo Ikastetxetik Auzora que, bajo el lema Pido la palabra por la educación, ha querido reivindicar este año también la importancia de la participación ciudadana en la reivindicación de este derecho fundamental. “Es un acto simbólico y pequeño, pero bastante importante. Nuestro granito de arena para defender una educación inclusiva y para todos”, enfatizó en declaraciones a este periódico Janire Castresana, de Ikastetxetik Auzora. Junto a los escolares, tomaron parte en el acto los concejales Jaione Aguirre y Carlos Zapatero, representantes de la Federación Alavesa de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Centros Concertados (FAPACNE), y agentes sociales de Serso, Medicus Mundi Araba, Cáritas o Berakah. El acto contó con la ayuda financiera del Ayuntamiento, dentro de la convocatoria plurianual de proyectos de educación para el desarrollo del Servicio de Cooperación. “La educación trasciende a la escuela y se desarrolla durante toda la vida”, enfatizó Aguirre durante su intervención.
Los escolares portaron en sus manos la figura de una mano de distintos colores con el índice levantado para pedir la palabra por la educación, así como pancartas con lemas que recogieron sus peticiones y opiniones relativas al cumplimiento de la Agenda 2030 de Educación/ODS4. Varios de ellos, uno a uno, hicieron lectura de estas exigencias, ante la atenta mirada de los congregados.
Según los datos aportados ayer por Ikastetxetik Auzora, en la actualidad sigue habiendo 263 millones de niños y niñas, jóvenes y adolescentes sin acceso a la educación a lo largo del planeta, debido a distintas causas como vivir en contextos de crisis o en zonas rurales remotas, la falta de recursos, infraestructuras adecuadas o de personal docente cualificado o la discriminación por motivos de raza, género o discapacidad. A esta cifra hay que añadir a los 758 millones de personas adultas sin alfabetizar, dos tercios de ellas mujeres. La campaña mundial por la educación ejerce el papel de portavoz de las demandas y necesidades de todas estas personas desde el año 2000.