VITORIA. Este programa ha servido, durante los últimos 30 años, para la instalación de abastecimientos de agua, obras de redes generales de saneamiento y depuración de aguas residuales, alumbrado público, pavimentación de vías públicas o construcción de cementerios municipales o casas consistoriales.
Esta es la primera convocatoria que se pone en marcha tras la reforma de la normativa foral que regula estos planes. Los cambios afectan a la dotación financiera y al tratamiento de las actuaciones relacionadas con accesibilidad universal, y la supresión de barreras arquitectónicas y urbanísticas.
Además, se establecen nuevos criterios de selección y priorización de las actuaciones a financiar. Entre las medidas más destacas, se encuentra la mejora de la financiación de inversiones en infraestructuras básicas. La reforma generaliza el porcentaje de ayudas en el 90% para las obras más características de esta naturaleza.
Por otra parte, se mejoran las posibilidades de acceso a más financiación mediante la Línea Foral de Financiación para obras de equipamientos, que se aumenta al cien por cien.
Asimismo, se incorporan nuevos conceptos subvencionables, como los aparcamientos genéricos y específicos, archivos municipales, actuaciones en consultorios médicos de carácter interlocal, o una mayor facilidad para acceder a la financiación de infraestructuras.
La reforma también establece una reserva de hasta un máximo del 15% en el importe total del Plan Foral, en los años 2018 y 2019, para la implantación de la banda ancha en el territorio.