La osteoporosis se ha convertido en la tercera causa de mortalidad y morbilidad entre las mujeres, después de la enfermedad cardiovascular y el cáncer, según los últimos datos ofrecidos por la Asociación Española Contra la Osteoporosis (Aecos).
A la hora de encontrar remedio a esta creciente cifra “la realización de ejercicio físico como rutina, corregir hábitos como el tabaco, alcohol y café, una dieta saludable y hábitos como tomar el sol” se convierten en la mejor receta para combatirlo, en palabras del traumatólogo Gómez Zapiain, del hospital Vithas San José de Vitoria.
perfil específico El especialista del centro vitoriano apunta además hacia un perfil “más vulnerable” en relación a los casos que se están diagnosticando de osteoporosis. “Se trata de casos de una mujer, de edad avanzada y en proceso de menopausia, ya que la desaparición de la función ovárica provoca un aumento de la resorción ósea”, apostilla Gómez Zapiain. Esta patología causa anualmente más de 1,3 millones de fracturas de vértebras, cadera y muñecas en el mundo, “siendo las más graves las de columna y de cadera”.
Así mismo, la Fundación Internacional de la Osteoporosis (IOF) indica que las fracturas por fragilidad no son un simple accidente, sino una señal de alerta para que el que la ha sufrido acuda a su especialista. Es en el momento de la rotura, según el traumatólogo, cuando disminuye la calidad y esperanza de vida del paciente. Aún así , los especialista de la medicina, aseguran que el tratamiento quirúrgico de estas fracturas ha “evolucionado espectacularmente” en los últimos años. Se aplican técnicas mínimamente invasivas con anestesia local y sedación con un día de ingreso y evitando corsés”, afirma Gómez Zapiain.
Actualmente hay en España más de 3 millones y medio de personas de personas las que padecen la osteoporosis. En muchas ocasiones la pérdida de estatura, la menopausia prematura, trastornos digestivos, antecedentes familiares de osteoporosis o tomar determinados medicamentos como cortisona, antiepilépticos u hormonas tiroideas, son factores de riesgo que, si están identificados “pueden ayudar al paciente a ser consciente de que ha de incorporar los hábitos saludables y revisiones periódicas para controlar y tratar el avance de la enfermedad”, concluye el traumatólogo.