vitoria - Los conflictos laborales en la extinta sociedad foral Arabako Lanak han acabado llegando al Tribunal Supremo, donde la jueza de la Sala de lo Social acaba de desestimar el recurso de casación presentado por un trabajador, despedido tras ser acusado de irregularidades en relación a una certificación que emitió como director de las obras para el aparcamiento de Salinas de Añana.
El empleado, ingeniero de caminos y responsable del área técnica, pertenecía a la plantilla de Arabako Lanak desde 2006. En 2014 cogió la baja tras serle diagnosticado un problema de ansiedad, y tras reincorporarse el empleado denunció al director-gerente de la sociedad foral “las faltas de respeto hacia su persona” por parte de dos compañeros. Junto a otros cuatro trabajadores acabaron presentando en junio de 2014 una denuncia en Inspección de Trabajo, señalando que la gerencia no había actuado para detener ese comportamiento. Unos meses después, en noviembre de ese mismo año, fue despedido.
Tras recibir la noticia, el trabajador reclamó que su despido había sido la respuesta de la empresa ante las denuncias que había presentado, pero tanto la sentencia en primera instancia como la posterior del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco rechazaron el argumento al no existir indicios suficientes, señala el auto, que “generen la sospecha de móvil represor por aquella actuación”, valorando que “parte de los cinco denunciantes y los dos denunciados” siguieron en la empresa “sin que exista conexión temporal entre la denuncia y el despido”.
Pese a que el empleado llevó el caso al Supremo, la Sala de lo Social ha acabado por desestimar el recurso de casación y ha declarado firme la sentencia recurrida. - D. Ortega