Vitoria. El alcalde, Gorka Urtaran, ha explicado en rueda de prensa el compromiso alcanzado, que incluye la posibilidad de rescisión "pactada" del contrato si en un plazo de dos meses no se solucionan las desavenencias actuales.

En concreto, el acuerdo establece la readmisión inmediata de los tres últimos trabajadores que habían recibido preaviso de despido.

Además, da dos meses a la contrata que presta el servicio de limpieza en Vitoria, una UTE formada por FCC y GMSM, para que cumpla las sentencias firmes de reconocimiento de las condiciones laborales, materialice los incrementos retributivos y otras cuestiones recogidas en el convenio laboral vigente, así como para que readmita a los otros cinco trabajadores despedidos.

Precisamente estos ocho despidos, producidos en las últimas semanas, fueron la causa que motivó la convocatoria de esta huelga indefinida.

Si en ese plazo de dos meses no se pudieran resolver las desavenencias existentes en este momento, ha precisado Urtaran, las partes han acordado la "rescisión pactada" del contrato que "no tendría ningún coste adicional para Vitoria".

El alcalde, que ha mostrado su "deseo" de que la situación se reconduzca, ha prometido que el consistorio seguirá "exigiendo" el cumplimiento del contrato con todos los servicios que la empresa debe prestar y con el respeto de las condiciones laborales de la plantilla.

Urtaran ha agradecido la "flexibilidad y confianza" tanto de los trabajadores como de la contrata, al aceptar la propuesta del Ayuntamiento que evita una situación que la ciudad "no merece".

El contrato actual del servicio de limpieza en Vitoria, por el que el consistorio paga casi 23 millones de euros al año, fue firmado por el anterior equipo de gobierno municipal, presidido por Javier Maroto (PP), apenas una semana antes de las últimas elecciones locales.

Durante los 18 meses de la actual legislatura, el Gobierno municipal ha abierto 8 expedientes contra la empresa, uno de ellos por no cumplir el compromiso de plantilla firmado en el contrato.

Además, le reclama un millón de euros por servicios no prestados.

La huelga iba a comenzar a las 22.00 del próximo domingo y tenía un carácter indefinido.