vitoria - Un vecino de Orduña falleció ayer por la mañana a consecuencia de las graves heridas que sufrió tras sufrir un accidente con la furgoneta que conducía y colisionar brutalmente contra un camión dentro del término municipal de Amurrio. Según informaron los responsables de la Ertzaintza, el accidente se produjo a las 8.40 horas en el punto kilométrico 357 de la carretera A-625, vía que une las localidades de Amurrio y Llodio.
La Policía autonómica informó ayer de que ha iniciado ya una investigación para tratar de aclarar las causas que provocaron este fatal accidente. El camión, de la marca Man, y la furgoneta, una Renault Kangoo, chocaron al parecer de manera frontal y el conductor del segundo vehículo, que viajaba solo, quedó atrapado entre los restos del vehículo, que quedaron reducidos a un puñado de hierros retorcidos.
Después de que los Bomberos trabajaran duramente para desencarcelar al conductor, los servicios sanitarios de una ambulancia medicalizada trasladada hasta el lugar trataron de reanimarle. No obstante, pese a sus esfuerzos, el hombre finalmente perdió la vida. Efectivos de la Ertzaintza se encargaron de llevar a cabo las labores de regulación de la circulación debido a las fuertes retenciones que provocó el accidente en la zona.
44 años Al parecer, en el momento del accidente, el fallecido, un varón de 44 años, conducía su furgoneta de camino al polígono industrial Aldaiturriaga de Amurrio, donde se ubica un pabellón de su propiedad. Cristalero de profesión, J.M. era natural de Orduña pero desarrollaba su trabajo en Amurrio. Se trata de una persona muy conocida en la localidad alavesa, tanto por su faceta profesional como por su gran afición al ciclismo, por lo que su fallecimiento ha supuesto un golpe tremendo para los residentes en Amurrio, quienes ayer criticaban abiertamente el mal estado del tramo de carretera en el que tuvo lugar el fatal accidente. Estaba casado y tenía dos hijos. El funeral tendrá lugar mañana jueves a las 18.30 horas en Orduña, su localidad natal.
Este es el segundo accidente mortal registrado en menos de una semana en las carreteras alavesas. El pasado día 23, un joven de 29 años y su hijo de corta edad perdieron la vida a primera hora de la tarde en un gravísimo accidente de circulación registrado en la carretera A-124, a su paso por el término municipal de Leza, en Rioja Alavesa. Ambos viajaban en un todoterreno de la marca Land Rover acompañados por una mujer que resultó herida de gravedad, compañera y madre, respectivamente, de los fallecidos. Tal y como informaron en aquella ocasión los responsables del departamento vasco de Seguridad, el turismo se vio involucrado en un siniestro múltiple con dos camiones por causas que todavía se investigan.
El de Amurrio no fue el único siniestro reseñable. La Policía Local informó de que el lunes se produjo un accidente en la calle Barratxi de Vitoria, entre un turismo y una bicicleta. Tras el golpe, el ciclista, de 85 años, resultó herido leve y tuvo que ser atendido en el Hospital de Santiago.
tráfico de drogas Por otra parte, agentes de la Policía Local detuvieron el martes 15 de noviembre a dos hombres, de 27 y 28 años, por traficar con cocaína. La autoridad judicial levantó ayer el secreto de sumario que pesaba sobre esta investigación. Los dos individuos, ambos con antecedentes por estos mismos hechos, operaban en un bar del barrio de Coronación, donde se dedicaban a la venta y distribución de la droga. La Policía Local comprobó que los responsables del local acudían varias veces al día a una vivienda cercana con el fin de aprovisionarse de pequeñas cantidades de droga. Los proveedores, por su parte, residían en Montaña Alavesa, desde donde transportaban la cocaína en dosis para ser distribuidas en bares y a particulares de Vitoria. Las detenciones se aceleraron al conocerse que una de las personas detenidas iba a trasladar 200 gramos de cocaína, por lo que los agentes procedieron a efectuar los arrestos. La colaboración de la Unidad Canina de la Ertzaintza permitió localizar, posteriormente, otros 30 gramos en el bar y en los domicilios de los arrestados.