VITORIA - El absentismo laboral de los trabajadores municipales repuntó levemente en el pasado año para situarse en una tasa del 5,88%. El dato en la evolución estructural es ligeramente superior al del ejercicio 2014 cuando se situó en un 5,60% y corrobora la progresiva tendencia al alza que se observa desde el año 2013. Fue en esos doce meses cuando se marcó la tasa más baja de la última década, un 4,53%, y desde entonces no ha cesado de subir. Estos datos a los que ha tenido acceso DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA serán revelados hoy en la sesión ordinaria de la comisión de Función Pública en la que se va a presentar el plan para la gestión y control del absentismo en la institución municipal que abarca el periodo entre 2016 y 2019. La diferencia entre el año pasado y el dato de hace dos es una muy inapreciable subida del 0,28% en el global de los departamentos municipales de la primera institución local. Quedan excluidos los diferentes organismos autónomos al ser competentes para gestionar sus propios recursos humanos. Se centran los datos en el absentismo derivado de la incapacidad temporal por enfermedad o accidente. No se contemplan en la elaboración de las cifras finales los diferentes permisos y licencias que poseen a lo largo del año los funcionarios.

Dentro de ese dato global del 5,88 del promedio de absentismo en el año 2015, se aporta también de forma detallada el índice registrado a lo largo de los doce meses. Se observa cómo en las épocas invernales y, sobre todo, en los meses de más frío de 2015, esas cifras fueron sensiblemente mayores que la media. El mes de febrero se situó a la cabeza con un elevado 7,21% concentrado sólo en 28 días. Ese fue el único periodo que rebasó la puntuación de siete, y cerca se le quedaron también otros meses invernales como noviembre, 6,29%, marzo, con un 6,73 o el dato de 6,31 reflejado en enero. Esas fueron precisamente las cifras más altas de absentismo y en las únicas ocasiones en que se superó y rebasó la barrera del 6 y 7%. En el otro extremo de la balanza figuran los meses estivales, con agosto a la cabeza, 4,45%, y septiembre con un 4,81. Son también los únicos periodos en los que no se llega a la barrera del cinco. En la media docena de meses restantes no se llega a superar la frontera del 6% para establecer ese tope anual en la media del 5,88.

aparición del presentismo El absentismo es un fenómeno complejo que genera problemas organizativos y aumento de costes en una institución como el Ayuntamiento de Vitoria. La experiencia dice que las medidas centradas en la reducción directa de costes tienden al fracaso, pudiendo generar efectos secundarios severos. Reducir los costes mediante presión directa con situaciones como el miedo a perder el empleo, reducción de nómina y otro tipo de situaciones puede desembocar en el efecto contrario, como es la aparición del denominado presentismo, es decir, la presencia del trabajador en su puesto, pero ausente en sus funciones y motivación. Eso supone una reducción de la productividad y un incremento de los conflictos interpersonales en el puesto de trabajo por sobrecarga. Controlar el absentismo, hacerlo de forma participada y sin imposiciones ineficaces, implica transformar algunos aspectos del modelo organizativo de la Administración local y requiere de la voluntad de todos los actores implicados para lograr una mayor eficacia y eficiencia en la gestión del amplio abanico de recursos humanos municipales.

El enfoque racional apuesta por un modelo de control y gestión del absentismo que descanse en alinear la gestión de los recursos humanos y la organización con una cultura y clima laboral que tenga en cuenta que el absentismo tiene un origen multifactorial y que requiere un estudio sistemático del fenómeno del absentismo laboral.