vitoria - Los pichis reaccionan. Y lo hacen a lo grande, empleando todos los recursos a su alcance. El más llamativo de ellos, la reunión que parte de la familia que ocupa la casa de Abetxuko mantuvo ayer con el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro. En compañía de Fede García, portavoz de SOS Racismo Araba y de Jesús Mari González, de Ongi Etorri, encargados ambos de franquearles el acceso hasta Calparsoro, Pedro María Manzanares y su mujer, Natividad, integrantes del clan afincado irregularmente en Abetxuko, solicitaron ayer amparo a la Fiscalía del TSJPV. Aseguraron sentirse acosados, amenazados y atemorizados por los vecinos del barrio, que todos los días llevan a cabo movilizaciones en su contra, y le pidieron su ayuda para “calmar la situación”. “Casi me matan un domingo”, declaró ayer mismo Pedro María. Los residentes en la zona no sólo desmienten haber proferido ningún tipo de frase intimidatoria contra el colectivo, sino que afirman ser ellos el blanco de sus palabras y actitudes amenazantes.
Durante el encuentro, Calparsoro explicó que el matrimonio le trasladó su “gran preocupación”. “Aseguran que se ha generado una situación en su contra que, a su juicio, no tiene ninguna justificación. Se sienten acosados y afirman no haber hecho nada en contra de nadie. Me piden amparo y que haga gestiones con el fin de que esta situación se calme”, señaló. Además, el matrimonio le entregó varios escritos y una copia de la denuncia que el 17 de octubre interpusieron los ocupantes del número 54 de la calle El Cristo de Abetxuko contra dos de los responsables del movimiento vecinal. Uno de ellos es, curiosamente, el cura del barrio, a quien acusan de participar en las manifestaciones y de tomar partido por un bando “cuando debería estar de parte de todos”.
La espectacular maniobra del clan puede aportarles cierto oxígeno, ya que, como indicó el propio Calparsoro, “las movilizaciones en contra de la familia no deben permitirse porque no dejan de ser una coacción”. Y estas declaraciones las realizó tras hablar con el fiscal jefe de Álava, Josu Izaguirre. Un hombre que conoce bien la situación y que ha ayudado a los vecinos a agilizar la tramitación para acelerar una posible orden judicial de desalojo por la vía cautelar. De forma paralela, ayer se supo que SOS Racismo está tramitando el empadronamiento de los pichis en Vitoria. La crispación no deja de ganar enteros.
ansiedad y contracciones Adjunto a la copia de la denuncia entregada ayer al fiscal, el matrimonio incluyó un certificado médico por el cual la mujer, Natividad, asegura sufrir un “estado de ansiedad” y constata que tuvo que ser recientemente ingresada en el Hospital de Txagorritxu. Igualmente documenta el mal estado de salud de su nuera y de su hija, embarazada de ocho meses, que, afirman, “sufre mucho por esta situación”. “Su marido se pone muy nervioso, los niños tienen miedo y ella tiene pinchazos y contracciones a causa de la ansiedad”, amplían. Eso sí, el fiscal superior aseguró que las denuncias del clan refieren únicamente acoso y no hablan en ningún momento de odio por causas raciales.
El portavoz de la asociación de vecinos Uribe Nogales de Abetxuko, Oscar González, lamentó este giro de los acontecimientos y aseguró que en ningún momento durante las movilizaciones se han proferido amenazas contra los ocupantes de la casa. “Sólo en una ocasión una persona gritó un insulto y pedimos inmediatamente disculpas por ello”, declaró ayer. “Hemos hablado con todas las partes, hemos trabajado muchísimo y hemos logrado que el pueblo se contenga y que cambie de mentalidad. No sé a qué viene esto ahora”, señaló.
En este sentido, apuntó que durante la concentración del pasado martes, uno de los ocupantes de la casa se mezcló con los participantes y dijo en voz alta que no estaban dispuestos a aguantar más, anunciando “que iba a venir el resto de los pichis desde Bilbao a acabar con esta situación”. “No le hicimos caso, nadie le respondió y seguimos nuestro camino”, aseguró. En cuanto a la denuncia contra el cura de Abetxuko, González se mostró sorprendido ya que, según recordó, los pichis le pidieron dinero en diferentes días. “De hecho, el señor cura me comentó que les ayudó en dos ocasiones y que es la familia a la que más dinero ha entregado”, concluyó.
Hoy, a las 19.00 horas. Dentro de la campaña de movilizaciones que lleva a cabo la asociación Uribe Nogales de Abetxuko, hoy se celebra la primera manifestación que saldrá del barrio a las 19.00 horas y recorrerá Vitoria bajo el lema ‘Por una convivencia tranquila’. Lo que comenzó con una serie de paseos frente a la casa ocupada, evolucionó a caceroladas, continuó con manifestaciones por el barrio y hoy, finalmente, sale de Abetxuko para reclamar el apoyo del resto de la ciudad. Las manifestaciones con final en la Virgen Blanca se repetirán todos los sábados hasta que se logre una solución al problema.
Las paradas. Tras partir de la plaza Venta de la Caña, la manifestación realizará diferentes paradas en distintos puntos del recorrido para que los vecinos de otros barrios puedan sumarse a la marcha. A las 19.15 horas se detendrán en el Bar David de Lakua Arriaga (calle Alfredo Donnay); a las 19.25 horas, en la rotonda del cementerio de El Pilar (Portal de Arriaga); a las 19.35 horas, en la entrada del cementerio para recoger a la gente de Zaramaga (Portal de Arriaga); a las 19.45 horas, en el Bar Los Ángeles de Coronación (Portal de Arriaga, 12); y a las 19.55 horas en la Torre de Doña Otxanda del Casco Viejo (Plaza Aldabe). A las 20.00 horas, la columna llegará a la plaza de la Virgen Blanca.