vitoria - La mañana de ayer en la Casa Consistorial discurrió entre reuniones a puerta cerrada, concejales con cara de póker y periodistas hambrientos por saber qué se estaba fraguando. Como ya había adelantado este diario, el alcalde llegó al trabajo dispuesto a conseguir un acuerdo sobre el IAE, el impuesto que se aplica a las grandes empresas, antes del inicio del Pleno de aprobación de las ordenanzas fiscales de 2017. La cita fallida de la tarde anterior con EH Bildu, Irabazi y Podemos no le había desanimado. No se lo podía permitir. Debía alcanzar un pacto para cerrar el resto de tributos con un proyecto que le garantizara una recaudación de ingresos suficiente para dar estabilidad a las arcas sin gravar en exceso a las familias. Y lo consiguió. A la una menos cuarto, treinta minutos después de la hora oficial de comienzo del encuentro, el gobierno se sentó en la sala con al fin todo atado.

Aquella fotografía del pasado mes de noviembre, cuando el PNV, PSE y el PP pactaron con la patronal alavesa la rebaja del IAE, fijando el coeficiente para 2017 en 1,88, ya es papel mojado. El año que viene se aplicará un tipo de 1,93, el último planteamiento que EH Bildu e Irabazi habían puesto sobre la mesa y negociado desde el día anterior en los despachos. Salió adelante gracias al apoyo del PNV y PSE, como gobierno, y la abstención de Podemos, quien aun manteniendo por convicción su 2,04 no quiso poner trabas a la resolución. También estos cinco grupos se pusieron de acuerdo, a propuesta de la formación morada e Irabazi, para reducir de dos millones de euros a uno solo el volumen de operaciones de las empresas a partir del cual se liquida el impuesto. Desde el año que viene, por tanto, una vez realizada la modificación de la norma foral correspondiente, alrededor de 840 compañías tendrán que afrontar a partir de ahora este impuesto, que les supondrá de media 833 euros.

No es una cantidad desestabilizadora en empresas acaudaladas, pero tanto para el Ayuntamiento como para la ciudadanía la subida y los nuevos criterios de aplicación del IAE sí que tendrán consecuencias positivas. El Consistorio podrá recaudar casi cinco millones de euros más que este año por el tributo y, como EH Bildu había condicionado el resultado del IAE a la negociación de las tarifas de Tuvisa, es de suponer que se acordará una reducción de los incrementos que había planteado Urtaran en el transporte público para 2017. Así lo espera la coalición abertzale, que llevará su propuesta moderada, sólo cuatro céntimos más la tarjeta BAT y 25 céntimos más el billete ocasional, al consejo de la sociedad municipal programado para el próximo jueves.

Y más buenas noticias para las familias. EH Bildu, Podemos e Irabazi, apoyados en ese nuevo escenario que pinta el IAE, y el PP, que quería que toda la fiscalidad se congelara, rechazaron las subidas de entre el 10% y 15% que el gobierno había planteado para el conjunto de las tasas y los precios públicos. Eso significa que se mantendrán las tarifas vigentes, salvo en dos casos. Uno es la tasa del agua, que gracias a los votos a favor de todos los grupos y el voto en contra de los populares subirá un 1,62%. El otro, las basuras. Como ya acordaron todos los partidos salvo el PP en la comisión del jueves, se llevará a cabo el plan de EH Bildu. Por un lado, se aplicará un incremento del 3% para viviendas y locales de tamaño pequeño o mediano; del 8% a todos los grandes establecimientos; y del 15% para bancos e iglesias. Por otro, se impulsará un pacto por el reciclaje con campañas de concienciación e información que se financiarán con lo que se recaude de esas subidas que irán encaminadas a lograr que la tasa actual se duplique y que la separación de residuos mejore para poder ingresar de Ecoembes hasta un millón de euros más.

Los impuestos quedaron como se habían votado en la comisión: subida de un 10% en vehículos con bonificaciones del 90% para los vehículos eléctricos y del 50% para los ECO, deducciones adicionales del 10% para familias numerosas y del 50% para coches históricos; congelación del ICIO con bonificaciones del 85% para rehabilitaciones integrales y del 80% tanto para la obtención de certificados A y B como para la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos en garajes; una reducción del 35% en las plusvalías; y una bajada media, pactada antes del inicio del debate fiscal con EH Bildu, que será del 6%.

¿Y qué supone todo lo contado hasta ahora para las arcas públicas y para el bolsillo ciudadano? Tras el resultado de la comisión del jueves se había estimado que el Ayuntamiento recaudaría 2,5 millones de euros menos que en 2016. Con el proyecto definido en el Pleno, sólo será un millón menos. Con la propuesta fiscal inicial de Urtaran, una familia de cuatro miembros propietaria de una vivienda con garaje y abonada a las instalaciones deportivas municipales abonaría al Consistorio 38,24 euros más el año que viene. Ahora, serán 11,91, un tercio de lo que estaba previsto. Un doble resultado óptimo, dadas las circunstancias, para quienes lo han hecho posible.

“Tenemos un déficit estructural de 20 millones y la advertencia del Interventor de aumentar ingresos, bajar gastos o buscar una fórmula mixta si queremos dar fuelle al Ayuntamiento. Era fundamental acercar posturas y todos los protagonistas de este acuerdo hemos modificado nuestros planteamientos haciendo un gran esfuerzo por la ciudad”, subrayó la edil de Hacienda, Itziar Gonzalo. Ahora, a por los presupuestos.