Vitoria - La propuesta de reforma fiscal para Álava que el bloque juntero de izquierdas -EH Bildu, Podemos e Irabazi- aspiraba a implantar en busca de “una fiscalidad más justa y progresiva” perdió ayer definitivamente dos de sus patas tras el rechazo de las Juntas Generales, donde PNV, PSE y PP -firmantes de la última reforma fiscal de 2013- votaron en contra de modificar el IAE y el Impuesto de Sociedades, al menos en los términos que planteaban los otros tres grupos. No fue una sorpresa -el verdadero debate fiscal se está produciendo en las comisiones previas de Hacienda, no en los plenos- pero a cambio sacaron adelante la posibilidad de debatir un nueva modificación, la del Impuesto sobre el Patrimonio. Lo hicieron, eso sí, con la certeza, adelantada ayer por jeltzales, socialistas y populares, de que tampoco contarán con su apoyo para poner en marcha la reforma de este gravamen, que EH Bildu, Podemos e Irabazi quieren variar incluso desde su nombre, sustituyéndolo por Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas.
Con las cartas sobre la mesa desde hace semanas, y sin ningún as que sacarse de la manga, la votación en la cámara foral de los puntos relacionados con los impuestos fue rápida, proposición de norma foral sobre el IBI de los populares incluida, con idéntico resultado que las propuestas del bloque de izquierdas. El debate sobre fiscalidad, de todos modos, se retomará de nuevo cuando el gobierno foral plantee qué modificaciones pretende implementar, en coordinación con las otras dos diputaciones vascas, sobre la base de la reforma de 2013, y que también deberán llevar en el futuro a la cámara foral, posible acuerdo con el PP mediante.
Mientras tanto, Álava sumó ayer la segunda modificación fiscal de esta semana, puesta en valor en el Pleno por el diputado de Hacienda, José Luis Cimiano, y fruto del acuerdo del ejecutivo con EH Bildu, en forma de norma foral sobre subvenciones, con la que las empresas de Álava que reduzcan su plantilla en un 35% y en el plazo de tres años comiencen a funcionar en otro lugar deberán devolver las ayudas recibidas en los últimos ocho años, y no podrán recibir otras en los siguientes ocho. Se une así a la aprobada el lunes, cuando las Juntas acordaron gravar hasta un 50% el IBI de las viviendas vacías del territorio.
Precisamente, el diputado general, Ramiro González, se refirió ayer en una entrevista a Onda Vasca a las opciones de acometer a corto plazo la citada reforma fiscal. “Es verdad que toca hacer una evaluación de cómo ha ido y en qué medida se puede mejorar la fiscalidad, aunque hay que tener en cuenta varias cosas, como el principio básico de armonización”, argumentó. “No puede ir cada Hacienda vasca por su cuenta sin contar con las demás. Hace falta acuerdos de país, con al menos tres formaciones, para sacar adelante las reformas fiscales en las tres Juntas”, incidió.
Pleno. Tras su debate en la comisión de Hacienda, las Juntas descartaron ayer poner en marcha los proyectos de reforma fiscal sobre el IAE y el Impuesto de Sociedades en los términos planteados por EH Bildu, Podemos e Irabazi.
IRPH. El Pleno aprobó también, entre otras, una moción de Podemos sobre la derogación del Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios, instando al Estado a derogarlo como tipo oficial de referencia para este tipo de préstamos.