Vitoria - Diciembre sigue siendo el mes elegido por el foro que trata de avanzar hacia una escuela inclusiva para lanzar el documento definitivo con las medidas concretas para poner fin a la tarea pendiente en Educación: aprender a evitar la segregación del alumnado escolar. En especial, de los centros públicos donde se concentran las tasas más elevadas de estudiantes con condiciones sociales más desfavorecidas, como suele ser el caso de los extranjeros. Y en los que el modelo A, el de la enseñanza en castellano, es el más afectado, al ser el preferido por los foráneos para matricular a sus hijos.
“Esta semana hacemos un seminario, como parte de las actividades de este grupo de trabajo, recabando información, documentos y experiencias de otros sitios, como de Cataluña, donde viene un profesional”, explica Santa González, portavoz de Denon Eskola, en alusión al avance de la mesa interinstitucional creada para evitar la guetización de los centros. “Vitoria sí que está peor en integración que otras ciudades. En el resto de la provincia es más equilibrado, pero en la capital alavesa se parte de situaciones muy altas, desde colegios que no tienen alumnos extranjeros a los que tienen un 80%”. De hecho, los centros peor parados en este sentido serían los de Judizmendi, Santa María, San Ignacio o Samaniego, cuyas AMPA forman parte de las 30 adheridas al Manifiesto a favor de la Escuela Pública Vasca, que alerta del profundo desequilibrio entre la red pública (la que recibe más alumnos extranjeros) y la concertada de Vitoria.
“Los centros que más estudiantes desfavorecidos tienen son fundamentalmente los del modelo A. Aunque, en los últimos años, hay casos en el modelo D, como el del colegio Luis Elejalde (calle Nicaragua), que ha pasado en cinco años de tener un 6% a un 40% de alumnos extranjeros”, añade González. La razón de ello se debe a la matriculación fuera de plazo, “así que al final lo hacen donde quedan plazas y en este caso, el colegio las tiene porque se ubica en una parte vieja de la ciudad, donde apenas quedan niños“, matiza. La fórmula ideal sería la del reparto equitativo de la diversidad. “La mesa de trabajo busca un buen documento, pero de nada sirve el trabajo, si luego las administraciones no nos tienen en cuenta”. - DNA