castañas. El otoño, entre otros muchos aromas, desprende olor a castañas. Antes de que llegue, inexorable, el frío intenso, los árboles se disponen a madurar sus cosechas y los parques y jardines comienzan a alfombrarse de estos pequeños, marrones y redondos frutos. Los más pequeños de la casa, encantados con la novedad, no dudan en recogerlas y atesorarlas para jugar con ellas, como se aprecia en la imagen. Foto: José Ramón Gómez