Vitoria - Heredó del PP de Javier Maroto un Ayuntamiento con un agujero de 68 millones de euros y una pésima situación económica. No ha parado de repetirlo durante su primer año de mandato porque una de sus obsesiones, más bien de sus preocupaciones, es poner las herramientas para que Vitoria sea capaz de ahorrar y, para ello, tiene ya elaborado un proyecto de cara a 2017 en el que garantiza los mismos ingresos que el pasado ejercicio bajando unos impuestos, congelando otros tributos y subiendo tasas y precios públicos. Falta ahora que el resto de la Corporación selle su política fiscal porque su intención es reeditar el pacto presupuestario con el denominado bloque de izquierdas, además de, por supuesto, con su socio el PSE. Y a tenor de los últimos gestos y guiños de EH Bildu, la rúbrica parece que será más pronto que tarde. Eso de cara al próximo año porque, con la vista puesta puesta en el final de su legislatura, su declaración de intenciones pasa por “dejar el Ayuntamiento en mejor situación económica de la que se lo encontró”, manifiesta.

Inicio de curso políticos y ya de lleno otra vez con presupuestos e impuestos. Todo va tan rápido que deja entrever un nuevo acuerdo con Bildu y fuerzas de izquierdas.

-Sin duda, el pacto al que llegamos con EH Bildu, Irabazi y Podemos es para ponerlo en valor porque, por primera vez en Vitoria se alcanzó un acuerdo con cinco formaciones tan distintas unas de otras, y mi voluntad es seguir trabajando en esa dirección, con discreción, para dar respuesta a las demandas de los ciudadanos. Y creo que 2017 va a ser el año de Vitoria, pero aún no hay nada cerrado.

Pues a tenor de los últimos gestos de EH Bildu da la sensación de que todo está ya cocinado.

-Mi voluntad es seguir haciendo política basada en el diálogo, el acuerdo y el respeto como hasta ahora, y eso significa querer e incorporar al Presupuesto proyectos y acciones de otros partidos. Sin embargo, aún no hay nada cerrado.

Vale, pero sí cocinado.

-No, de verdad que no; no hemos hecho más que empezar.

Las ordenanzas están al caer, ¿no?

-El proyecto de ordenanza fiscales está ya listo.

Y garantizados los votos.

-De verdad que no están asegurados todavía, ya me gustaría, porque todo el mundo sabe cuál es la situación económica del Ayuntamiento, por mucho que algunos lo hayan querido ocultar durante tanto tiempo. Y cuál es la situación económica de las familias vitorianas y que, por tanto, tenemos que aplicar unos criterios en materia fiscal que sean razonables, progresivos y garanticen la justicia social, pero también los servicios públicos que presta el Ayuntamiento, para que todos vivamos mejor.

Y eso implica una subida de impuestos.

-No realmente porque el IBI y la Plusvalía se van a reducir. Por primera vez en muchísimos años vamos a ver en Gasteiz cómo baja el importe de dos importantes tributos.

Ya, pero a cambio se encarecerán las tasas y precios públicos.

-Hay impuestos que van a bajar en 2017, otros que se congelan y tasas y precios públicos en los que proponemos un incremento que, en términos absolutos, es razonable, comprensible y se ajusta a la situación económica de las familias.

Familias que sufren una delicada situación económica, acaba de reconocer.

-Por norma, las tasas y precios públicos deberían servir para recaudar el cien por cien del coste total del servicio ofertado por el Ayuntamiento. En cambio, en muchos casos, estamos por debajo del 50%, y rara vez, por no decir ninguna, llegamos a lo que marca la Norma Foral.

Hay aumentos de precios que están en su mano, en cambio otros, como la subida del precio del autobús urbano, está en manos del consejo de Tuvisa, que ya le ha dado el no por respuesta.

-Sigo pensando que es necesario adecuar el precio del billete del autobús urbano, pero ya lo hemos repetido en tantas ocasiones que a estas alturas creo que sólo debemos elevar otra vez esta propuesta si hay posibilidades de acuerdo político.

¿Y las hay?

-Espero que sí. Pero al margen de las posiciones políticas, más o menos oportunistas en materia fiscal, hay un hecho real, y es que los precios de Vitoria son los más bajos, con diferencia, de nuestro entorno. Incluso planteando una subida de diez céntimos en el billete único, es decir, aun cobrando 1,25 euros, estaríamos muy por debajo de lo que se paga en Bilbao, Donostia o Iruña. Pero es que, además, tenemos la flota de autobuses más antigua y con un pequeño ajuste del precios al coste del servicio podríamos renovar los vehículos y las cocheras donde se guardan los autobuses para incorporar también los BRT eléctricos, que es absolutamente necesario.

Y mejorar el servicio a los usuarios, supongo.

-Es que una acción va seguida de otra, van acompasadas.

Claro. A menudo nos recuerda que el Ayuntamiento no tiene un euro, pero en 2017 va a ingresar diez millones del Gobierno Vasco.

-Que no hay dinero no lo dice el alcalde, lo dice el interventor, y pienso que, con los números en la mano, tenemos que actuar con responsabilidad, cosa que el anterior gobierno del PP no hizo, porque vendió una imagen económica de este Ayuntamiento absolutamente falsa; eso genera unas expectativas que luego no se cumplen y te encuentras con que te han dejado un agujero económico de 68 millones de euros; con que no tienes dinero ni para el gasoil de los autobuses; con que tienes unos pagos pendientes por sentencias contrarias; con que todavía a fecha de hoy quedan facturas de más de un millón por abonar en algún cajón, como nos ha ocurrido con la planta de biocompost etc. No se puede dar esa imagen irreal y falsa. La situación económica del Ayuntamiento no es buena, por eso es necesario aumentar los ingresos y bajar los gastos.

Precisamente por eso 2017 será más desahogado, ¿no? Con cinco millones por canon de capitalidad...

-Hombre, sin duda, haber conseguido que el Gobierno Vasco duplique el canon de capitalidad es una muy buena noticia, y Vitoria lo va a ver con un gobierno del PNV.

Con más ingresos por canon y más ingresos por impuestos y tasas, ¿Cuántos millones más espera recaudar la Hacienda municipal este año?

-Más, no. Con ingresos propios del Ayuntamiento mantenemos una recaudación similar a la del año pasado, quizá un poquito más, pero similar. Hay que tener en cuenta que el IBI y la Plusvalía bajan, y son dos tributos muy importantes, sólo ahí ya perdemos nueve millones de recaudación. No nos quedemos únicamente con lo que va a subir...

Similar es aproximadamente...

-Pues 88,5 millones vía impuestos, 6,5 procedentes de otros como el ICIO y 56,8 millones en materia de tasas y precios públicos.

Si no hay más ingresos, seguirá habiendo recortes.

-Es que no ha habido recortes. Sí que hemos aplicado una política diferente de mantenimiento de las zonas verdes que, por otro lado, creo que es la solución de futuro, pero eso se va a subsanar. Ya he entendido el mensaje que me ha enviado la ciudadanía: hay que hacer más trabajo pedagógico y dar pasos, poco a poco.

Los ciudadanos también reclaman una ciudad más limpia y, en cambio, su gobierno anuncia mano dura y multas.

-Porque creo que eso es también lo que piden los ciudadanos. Es cierto que Vitoria podría estar más limpia, pero no está más sucia que antes.

Muchos piensan que FCC se está riendo del Ayuntamiento.

-De este Ayuntamiento no se está riendo porque estamos pagando sólo por los servicios prestados.

Lógico.

-Pero es que antes no era así.

¿Ya ha llegado la primera sanción?

-No, todavía no, pero vamos a iniciar una campaña para informar de que multaremos a quien use de forma incorrecta los contenedores.