labastida - La villa de Labastida cerró ayer las celebraciones del Mercado Medieval que se han venido celebrando durante este pasado fin de semana, con una serie de actos entre los que destacó la evocación histórica de la concesión de los Fueros en la Baja Edad Media, por los monarcas castellanos.

La representación, en la que participaron la alcaldesa, Laura Pérez Borinaga, junto a otros miembros de la corporación y un buen número de vecinos, se llevó a cabo con el descenso de la comitiva real desde la zona alta de Labastida, hasta llegar a una pequeña balconada sobre la plaza de la Paz de la localidad. Una vez allí se procedió a la lectura de la concesión de la carta de libertades que propició el despegue económico y social de Labastida y se concluyó con un pequeño pasacalles por la plaza, acompañados por los juglares.

Según los datos históricos, Labastida se fundó como Villa entre el siglo XII y el XIV de la mano de los monarcas navarros, y fue Sancho El Sabio quien fundó el templo-fortaleza hoy conocido como la ermita del Santo Cristo. Tras las invasiones de los castellanos, en 1.200 desapareció el reino navarro y todo ese territorio quedó bajo la tutela de Alfonso VIII. Pocos años después, concretamente en 1242, Fernando III concedió el Fuero de Labastida.

En los años sucesivos, en 1379, Enrique II de Castilla donó a Diego Gómez Sarmiento la villa de Labastida, la cual tras haber sido durante siglos villa de realengo pasó a ser señorío. Los primeros años de la Edad Moderna bastidarra estuvieron marcados por el ingreso de Labastida en las tierras de Álava y la sucesión del dominio de la Villa por parte del ducado de Híjar. Entró a formar parte en Las Cuadrillas en las cuales se distribuyen las Hermandades y pasó por diferentes Cuadrillas, acabando en 1567 en la cuarta Cuadrilla.

Las celebraciones del Mercado continuaron por la tarde, con los, al parecer inevitables, paseos en caballitos, talleres infantiles, tienda de magia, música en las calles y las últimas horas de los puestos abiertos en los que los artesanos han mostrado numerosos productos gastronómicos y artesanales.