vitoria - J.M.C., el todavía presunto asesino que confesó haber acabado con la vida de una conocida suya, Marga, el pasado día 15 de junio en su domicilio, ha pasado sus primeras horas en prisión (en el Centro Penitenciario Álava, de Iruña Oka) tras ingresar en ella el pasado miércoles por la tarde. Además de reconocer el crimen, también declaró haber despedazado el cadáver, introducido los restos en bolsas y arrojado todo, incluyendo el arma homicida y las herramientas usadas en el desmembramiento, al Zadorra para tratar de tapar sus huellas.

El detenido pasó la noche del martes y la mañana del miércoles en la comisaría de la Ertzaintza, pero según confirmaron fuentes del Departamento vasco de Seguridad, a primera hora de la tarde pasó a disposición judicial. La magistrada responsable del Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria ordenó su ingreso en prisión y emprendió de inmediato su camino hacia el penal alavés sito en el término de Zaballa.

La interminable cinta de plástico que el martes acordonaba la orilla del Zadorra fue retirada el miércoles. Los agentes de la Ertzaintza, las unidades caninas y los buzos ya no peinaron más el cauce del río porque todas las evidencias necesarias se encuentran ya a disposición de las autoridades, listas para sumarse al expediente de la investigación. Los agentes cuentan con todas las bolsas que contienen los restos de la mujer asesinada y la maleta arrojada al agua por el presunto homicida. - DNA